zaragoza

Una culebra de escalera, de paseo por las calles de Valdespartera

Unos vecinos la han encontrado reptando por la calzada de la calle de Desayuno con Diamantes de Zaragoza.

Un vecino se fotografía con la culebra de escalera localizada en Valdespartera.
Un vecino se fotografía con la culebra de escalera localizada en Valdespartera.
David San Martín Arnal

Al parecer, con el fin del estado de alarma esta pasada medianoche, los ciudadanos no han sido los únicos deseosos de salir a la calle. En Zaragoza, una peculiar 'paseante' ha aparecido por las calles del barrio de Valdespartera, provocando la curiosidad de los viandantes que pasaban por allí. Se trata de una culebra de escalera, una especie bastante frecuente en la zona.

Unos vecinos la han encontrado reptando por la calzada de la calle de Desayuno con Diamantes de Zaragoza. Alguno de ellos se ha atrevido incluso a cogerla y hacerse alguna foto con ella, dado que esta especie no es peligrosa y no supone ningún riesgo para las personas.

Un vecino del barrio zaragozano de Valdespartera se topó con la culebra en las inmediaciones de un parque infantil.

Por las tierras aragonesas reptan varias especies autóctonas, la mayoría sin peligrosidad. Las más usuales son la serpiente de escalera, la bastarda o las de agua. En el término municipal de la ciudad de Zaragoza, la Unidad de Agentes de Medio Ambiente realizan de 30 a 40 servicios al año relacionados con estos reptiles, el 90% desde finales de mayo y hasta julio. "Es cuando aparecen después de hibernar", explica Alberto Esteban, jefe de la mencionada unidad.

"Cada año rescatamos de 12 a 20 serpientes escaleras y otras tantas bastardas. A las que hay que sumar las de agua", concretaba hace unos meses Esteban a este periódico. La bastarda es la más grande de todas ellas, que puede alcanzar hasta los dos metros. Su color verdoso, la capacidad de levantarse en torno a un metro y que haga el gesto de atacar pueden provocar cierto rechazo. Desde la Unidad Verde -como también se denomina a este servicio de agentes de medio ambiente- exponen que no suelen arremeter, pero pueden morder e inyectar un poco de veneno que guardan en pequeñas bolsas en la boca.

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