ayuntamiento de zaragoza
El Ayuntamiento reformará la calle de Predicadores para que tenga aceras más anchas y prioridad peatonal
Los trabajos podrían comenzar en unos tres meses y supondrán una inversión de 700.000 euros
"Predicadores es una demanda histórica, lo sabemos todos". La concejal de Infraestructuras, Patricia Cavero, ha comenzado así este jueves a detallar la propuesta que ha elaborado el Ayuntamiento de Zaragoza para renovar esta histórica calle. Sigue la línea de otras intervenciones ya previstas, sobre todo porque se quiere convertir en una vía más amable y accesible, con prioridad peatonal, aceras más anchas y menos espacio para el tráfico rodado. Aunque todavía queda pulir algunos detalles, que se concretarán en próximas reuniones con el tejido vecinal del Casco Histórico, la edil ya ha adelantado que el plan del gobierno municipal coincide en su mayoría con las reivindicaciones ciudadanas. Así, los trabajos, que supondrán una inversión de 700.000 euros, podrían comenzar en unos tres meses y estar concluidos a finales de este año o principios del siguiente.
Esta es, como ha contado Cavero, una de las calles "más anchas y señoriales" del barrio de San Pablo, con 505 metros de longitud, entre 11 y 15 metros de anchura entre fachadas y unos 6.325 metros cuadrados de superficie total. El objetivo, según ha detallado, es llevar a cabo una reforma "integral" para que Predicadores se convierta en "un eje vertebrador de la movilidad peatonal" del distrito y aprovechar tanto su carácter histórico como su posición, ya que une dos puntos de gran interés turístico: la plaza del Pilar y el palacio de La Aljafería.
Existen varias deficiencias que es necesario subsanar. Ahora mismo, la amplia anchura del carril de circulación, con banda de aparcamiento a la derecha, favorece que se registren numerosos estacionamientos en doble fila. De hecho, según recuerdan desde el Consistorio, ha habido que colocar bolardos en varias zonas para evitar que los coches ocupen parte de las aceras. El adoquinado de la calzada, además, está muy deteriorado, con bladones, socavones y parcheados de asfalto, lo que afecta a la seguridad de los conductores y genera numerosos ruidos y molestias.
En primer lugar, la intención es reducir el espacio para los vehículos y construir aceras más grandes, en las que también se colocarán bancos y arbolado. La calzada, que actualmente tiene unos cinco metros de ancho, pasará de media a los tres metros y se creará una plataforma única para que se encuentre al mismo nivel que las aceras. Además, el carril de circulación tendrá un trazado ligeramente sinuoso para obligar a reducir la velocidad, que estará limitada a 20 kilómetros por hora. Estas actuaciones, que se han trabajado junto al área de Movilidad, supondrán que se pierdan alrededor del 40% de las plazas de aparcamiento, que pasarán a estar distribuidas en tramos alternos a un lado y otro de la calzada.
Además de esto, se ganará espacio y accesibilidad en el acceso a los equipamientos públicos que, según ha dicho la concejal del PP, es una de las demandas vecinales. Las "zonas de descanso", con bancos y vegetación, se ubicarán en el lateral norte, que es la parte más soleada, para favorecer espacios de encuentro y convivencia entre los ciudadanos. "Queremos que sea un lugar de encuentro, no de tránsito de coches", ha enfatizado. El plan también tiene en cuenta las necesidades de las personas con movilidad reducida, por lo que se colocarán baldosas pododáctiles y los alcorques se situarán al mismo nivel que las aceras.
La reforma prevista incluye, asimismo, el soterramiento del cableado aéreo y la mejora del alumbrado, con la instalación de luminarias led más eficientes. También se llevarán a cabo acciones puntuales en las tuberías de abastecimiento y saneamiento. "El objetivo es recuperar el esplendor que en su día tuvo y convertirla en un espacio más amable y accesible", ha sentenciado la responsable de Infraestructuras.
El siguiente paso será mantener una reunión con la junta de distrito del Casco Histórico, así como con diferentes colectivos como DFA y ONCE, para exponer la propuestas, estudiar sus aportaciones y elaborar el proyecto definitivo. De estos encuentros se determinará el importe final de la inversión, aunque el gobierno municipal calcula que rondará los 700.000 euros. Después, en unos tres meses, se iniciarán los trabajos, que tienen un plazo de ejecución de otros cinco.
