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Condenan a 14 años al violador de una menor, que alegó ser impotente durante el juicio en Zaragoza

La Audiencia de Zaragoza no considera probada la disfunción eréctil y dice que las pruebas de ADN confirman la agresión sexual a una menor, sobrina carnal de la mujer con la que salía el acusado.

Audiencia Provincial de Zaragoza.
Audiencia Provincial de Zaragoza.
Guillermo Mestre

De poco le ha servido a Roque M. alegar que sufre una neuropatía en la pierna izquierda que le ha provocado una disfunción eréctil, ya que a la Audiencia de Zaragoza le han bastado las muestras de ADN para desmontar su coartada y condenarlo a 14 años de prisión por la doble violación de una menor en Las Delicias. La víctima, de 17 años, es sobrina carnal de la mujer con la que el acusado estaba saliendo. De hecho, el tribunal considera que el hombre, de 48 años, se prevalió de esta circunstancia para quedarse a solas con la chica y agredirla sexualmente.

La sentencia de la Sección Sexta recuerda que la violación se produjo sobre las siete de la tarde del 29 de noviembre de 2019. La tía   de la menor estaba trabajando, pero al llegar por la noche a casa se la encontró llorando de forma desconsolada. Preocupada, le preguntó qué le ocurría, y su sobrina le confesó que Roque M. la había metido en un cuarto y arrojado sobre un colchón para aprovecharse de ella.

Sin pensárselo dos veces, la mujer se dirigió a casa de su compañero sentimental. «No es lo que tú piensas, es que ella me ha provocado», le dijo el hombre nada más verla y sin darle tiempo a preguntar. Como explica ahora el tribunal, el acusado trató de exculparse y le explicó a su pareja que su sobrina le había tocado los genitales por encima del pantalón. Negó que hubiera tocado a la menor, pero confesó que, como consecuencia de la supuesta provocación, se había excitado y había llegado a eyacular.

Nada convencida de las explicaciones que le dio su novio, la tía de la chica decidió llevarla al Hospital Clínico para que la examinaran. Y allí se confirmó que la menor presentaba lesiones compatibles con una posible agresión sexual, lo que después llevaría al juez de guardia a ordenar el ingreso en prisión provisional del sospechoso, que desde entonces no ha salido de Zuera.

Coartada rocambolesca

A la hora de dictar una sentencia condenatoria, además de la declaración de la víctima, que no había mantenido relaciones sexuales antes de la violación, para los magistrados han sido esenciales las muestras de ADN que obtuvo la Policía Científica. Para justificar el hallazgo de su semen en los genitales de la chica, el acusado ofreció una coartada rocambolesca, llegando a decir que la víctima se restregó con el trozo de papel que él utilizó para limpiarse después de eyacular en el salón. Sin embargo, el tribunal    recuerda que también se hallaron restos biológicos del agresor en el colchón donde la denunciante dijo que se produjo la violación, lo que desmontaría la versión del hombre.

La Fiscalía pedía una indemnización de 6.000 euros, pero la acusación particular, a cargo del lertrado Cristian Anghel, ha conseguido elevarla a 20.000.

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