tribunales 

Juzgan a un joven por una "simple bofetada" que obligó a poner placas de titanio a un taxista de Zaragoza

La agresión se produjo a las puertas de la estación intermodal, donde el agresor se presentó preguntando por la víctima tras enterarse de que había discutido antes con su padrino. La acusación particular ha pedido una condena de 5 años de prisión.  

El acusado, cuando accedía a la sala de vistas de la Audiencia de Zaragoza.
El acusado, cuando accedía a la sala de vistas de la Audiencia de Zaragoza.
Toni Galán

La violenta agresión de la que fue víctima un taxista de Zaragoza cuando hacía fila a las puertas de la estación de Delicias junto a otros compañeros ha sentado este miércoles en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial a Marcos B. G., un veinteañero sobre el que ahora podría recaer una condena de hasta cinco años de prisión por un delito de lesiones graves con deformidad. Porque la víctima, J. M. G., de 51 años, sufrió múltiples fracturas en la pared lateral y anterior del seno maxilar izquierdo y hubo que operarlo de urgencia para colocarle varias placas de titanio. Y aunque los hechos se produjeron el 23 de abril de 2019, una posible reacción alérgica podría obligarle a pasar de nuevo por el quirófano.

Durante el juicio, víctima y agresor han dado versiones muy diferentes de lo ocurrido. Y lo que la primera ha definido como un puñetazo traicionero en la cabeza, el acusado lo ha descrito como una "simple bofetada" fruto de “un ataque de nervios”. El agredido cree que, dada la entidad de las lesiones, el joven debió golpearle con algún tipo de objeto. “Me dijo el especialista que para un destrozo así, tenía que llevar algo en la mano. Pero yo no vi nada”, ha reconocido. Tampoco los taxistas que intentaron calmar al agresor le vieron nada. “Lo único que portaba era un teléfono”, ha declarado uno de ellos.

“Me dijo el especialista que para un destrozo así, tenía que llevar algo en la mano. Pero yo no vi nada”

Pero, ¿qué llevó al acusado a presentarse aquella tarde en la estación de Delicias preguntando por el hombre al que terminó enviando al hospital? Según ha explicado el joven al tribunal, si los hechos se produjeron sobre las 20.00, dos horas antes, J. M. G.  había pegado a su padre, también taxista, por, supuestamente, saltarse la fila. Y lo cierto es que el ahora denunciante fue condenado a una multa de 180 euros por un delito leve de malos tratos.  “Me llamaron para decirme que estaba en el hospital y decidí acercarme a la estación a preguntar qué había pasado”, ha explicado el encausado. “Cuando le pedí explicaciones -ha añadido-, este hombre se puso chulo y prepotente. Aquello me provocó un ataque de nervios y le solté una bofetada”.

El joven, que en realidad no es hijo sino ahijado del otro taxista, considera que el golpe que propinó no fue tan fuerte “pero el suelo estaba mojado y resbaló”. La víctima asegura que le pidió “al menos veinte veces” que se calmará, pero “tras dar vueltas durante diez o doce minutos” alrededor de su vehículo, Marcos B. G. acabó lanzándole el puñetazo del que tardó casi dos meses en recuperarse y que le ha dejado como secuelas algo más que una cicatriz en la cara. Porque, como ha recordado el abogado Marco Antonio Navarro, su cliente sufre una parálisis inferior del nervio trigémino que sigue provocándole molestias.

La Fiscalía también acusa al joven de un delito de lesiones, pero pide una condena inferior: un año y nueve meses de prisión y el pago de una indemnización de 2.340 euros por las heridas sufridas y 9.979 por las secuelas. La acusación particular ha solicitado al tribunal que le imponga cinco años de cárcel y 13.558 euros de indemnización.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión