Un plan para acabar con las 'trampas' urbanas en Zaragoza

Las personas con discapacidad ayudan al Ayuntamiento a detectar barreras para la nueva ordenanza de accesibilidad. Los cruces peatonales, los obstáculos en las aceras y la señalización, principales puntos negros para su autonomía diaria.

Marta Valencia, vicepresidenta de Cermi, en una de las aceras rebajadas recientemente
Marta Valencia, vicepresidenta de Cermi, en una de las aceras rebajadas recientemente
Javier Belver

Un alcorque vacío, un cartel en colores poco contrastados, una tienda con escaleras o un paso de peatones sin rebajar. Zaragoza se convierte en una carrera de obstáculos para miles de personas con discapacidad que cada día tienen que hacer frente a las barreras arquitectónicas que todavía se encuentran en sus calles y edificios. Para tratar de reducirlas a la mínima expresión, el Ayuntamiento ha comenzado a elaborar una nueva ordenanza de accesibilidad que busca garantizar la plena autonomía de las personas y sus derechos, y evitar situaciones de discriminación.

Para ello, el gobierno PP-Cs está contando con la colaboración de las entidades sociales que trabajan con los diferentes tipos de discapacidad. Estas semanas rastrean las ‘trampas’ que se encuentran por las calles de la ciudad para incorporarlas al nuevo marco normativo. "El objetivo es que haya una ordenanza unificada con todos los adelantos que ha habido en los últimos años", señala Marta Valencia, vicepresidenta de Cermi Aragón, que está coordinando los trabajos.

En concreto, no solo se están analizando las necesidades de las personas con cualquier tipo de discapacidad (física, mental, intelectual, auditiva y visual), sino del conjunto de la población. "La accesibilidad nos implica a toda la sociedad, porque todos nos haremos mayores y nos fallarán las piernas, la audición...", recuerda Valencia.

De momento, ya se han celebrado las primeras reuniones de trabajo en las que se han puesto de manifiesto que, pese a los recientes avances, todavía hay mucho que mejorar en la capital aragonesa. En el ámbito de la movilidad personal, las entidades reiteran la necesidad de generalizar el uso del pavimento podotáctil, ya que "en muchos lugares no existe señalización o es inadecuada", apuntan los informes. Un problema que incluso se da en calles reformadas recientemente, como en el Coso, entre la plaza de España y el puente de Santiago. "La separación de la zona de circulación del tranvía no es perceptible", advierten las entidades de personas con discapacidad visual.

Ángel Lorén: "Queremos liderar la incorporación de tecnologías en favor de los ciudadanos"

Este colectivo reclama, además, extender a buena parte de la ciudad los semáforos sonoros, que además deberían ampliar su tiempo de cruce para los peatones y, en la medida de lo posible, evitar su instalación junto a paradas del bus o del tranvía. También reclaman mejoras en el transporte púbico, aunque reconocen que se ha mejorado en este apartado.

En las aceras, preocupan los alcorques vacíos y los obstáculos salientes, como andamios, toldos o árboles sin podar, al igual que las terrazas de bares o los aparcabicis. En este sentido, la irrupción de los patinetes en las calles de Zaragoza ha supuesto un quebradero de cabeza para estos colectivos vulnerables, que confían en que la nueva ordenanza regule este tipo de actividades.

Ayudas a la rehabilitación

Otro de los objetivos que se ha marcado el Consistorio es prevenir la discriminación en el acceso a la vivienda. "En España, más de 100.000 personas no pueden salir de su casa por barreras arquitectónicas", recuerda la vicepresidenta de Cermi, que apuesta por reforzar las políticas de rehabilitación con más ayudas. "En muchos casos, en los edificios más antiguos viven personas mayores sin recursos que no pueden acometer la instalación de un ascensor", apunta.

De hecho, aún se encuentran obstáculos en edificios públicos, de ocio y, sobre todo, en las tiendas, por lo que las entidades piden ayudas para que los comerciantes puedan intervenir en sus locales.

Marta Valencia: "La accesibilidad nos implica a toda la sociedad, todos nos hacemos mayores y nos fallarán las piernas, la audición..."

Por otro lado, también se quiere prestar especial atención a la señalización en la calles, de forma que sea más inteligible y clara y que así, no solo ayude a las personas con alguna discapacidad, sino también a inmigrantes, turistas... En este apartado, se quiere hacer especial hincapié en el uso de las nuevas tecnologías, de tal forma que las aplicaciones móviles o los recursos digitales ayuden a la plena autonomía de las personas.

"Queremos liderar la incorporación de tecnologías en favor de los ciudadanos a nivel europeo", apuesta el concejal de Acción Social, Ángel Lorén, responsable de coordinar una ordenanza que deberá contar, a la fuerza, con la participación de otras áreas como Movilidad, Urbanismo, Infraestructuras... "Es un reto muy importante porque en 16 años no se ha hecho nada", lamenta el edil, que asegura que "aquellas ciudades que no se adapten a sus ciudadanos serán trampas para vivir en ellas".

Las primeras sesiones de trabajo están dando sus frutos y van a servir para elaborar una radiografía de las deficiencias que todavía presenta Zaragoza. Algunos de estos datos preliminares ya se presentaron en el Consejo Sectorial de Acción Social y servirán, junto a futuras aportaciones, para definir el contenido de la nueva ordenanza, que se concretará a lo largo de 2021 con la aspiración de aprobarla por unanimidad, según explicó el responsable municipal.

De hecho, el concejal recuerda que la nueva regulación "no va en contra de nadie ni limitará las actividades en la ciudad, al contrario, irá en favor de todos sus vecinos y visitantes".

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