Cuando el alcalde Atarés voló en globo en las fiestas del Pilar y aterrizó en Movera

Durante más de un lustro se celebraron citas aerostáticas nacionales en Zaragoza y los globos publicitarios se adueñaron de su cielo en las Fiestas del Pilar.

Puntos lejanos de colores salpicaban el cielo de Zaragoza durante las Fiestas del Pilar, esos que se convertían en globos aerostáticos conforme se acercaban al centro de la urbe. El cierzo empujó a estos globos durante décadas, tanto que incluso se celebraron varios festivales con participantes de todo el país. El Día del Pilar, a la ofrenda aérea de los aviones del Ala 31 de la Base de Zaragoza, se sumaba desde el cielo el vuelo de los globos, una imagen que llamaba la atención de los oferentes y que no era fácil para los pilotos por las corrientes de viento.

Dicen que las características de Zaragoza la convierten en una ciudad idónea para este tipo de propuestas, aunque alguna vez las circunstancias hayan obligado a aterrizar en las calles, como cuando hubo que parar el tráfico de la avenida de Navarra. "Tiene una extensión ideal para los vuelos por encima de la ciudad, pues es relativamente sencillo cruzarlo con un poco de viento", manifiesta Mariano Olivera, de la empresa oscense Globos.es. Un aspecto que contribuyó a esta tradición, siendo las fiestas "una cita obligada en el calendario de la aerostación en España, durante muchos años, que reunía a varios globos y pilotos", añade Olivera que recuerda los encuentros que se celebraron en la capital aragonesa.

"Si el tiempo no lo impide, los globos surcarán mañana y pasado el cielo de Zaragoza, en el Primer Festival Aerostático de la ciudad", anunció la crónica del 14 de octubre de 1988 en las páginas de HERALDO. El "humor del viento", como lo definió el plumilla, se portó, pero no tanto la tormenta, que dificultó la celebración completa restringiéndola solo a la mañana. "Si soplaba cierzo, se salía desde La Bombarda y se llegaba a Las Fuentes, mientras que si había bochorno, el recorrido era a la inversa", recuerda José Alberto Ramos, Pepe.

Pepe Ramos vuela sobre la Sierra de Albarracín.
Pepe Ramos vuela sobre la Sierra de Albarracín.
Laura Uranga

Este zaragozano fue el artífice de ese primer festival -y estuvo pendiente de si el viento superaba los quince o veinte kilómetros por hora-. Jubilado de la General Motors (GM), hoy continúa montándose en la cesta de su globo, pero lo hace como aficionado en la Sierra de Albarracín, ya que está afincado en Calomarde. En su haber atesora unas 3.400 horas de vuelo en los 34 años que lleva ligado a los globos. Un par de años después de formarse como piloto -o globero, tal y como califica cariñosamente- organizó la cita, patrocinada por el Ayuntamiento de Zaragoza y a la que acudieron 15 participantes de diferentes puntos de la geografía española.

En total se celebraron los festivales durante más de un lustro, hasta 1994. Algunos años se incorporaron novedades, como en la cuarta edición, cuando las naves salieron de la arboleda de Macanaz y tenían que tocar el agua del Ebro con la base de su cesta. Los festivales duraban uno o dos días, el resto de las fiestas organizaban de 10 a 14 viajes más, con vuelos todos los días mañana y tarde. "Una vez se subió José Atarés cuando era alcalde de Zaragoza y aterrizamos en el barrio de Movera", rememora Ramos que se inició en el mundo de la aerostática por el anuncio de un curso en prensa, curso que finalmente no realizó pero le abrió el camino hacia la fábrica de globos de Igualada. Ese fue el inicio para volar por los cielos de Zaragoza o de Polonia, donde participó en un campeonato europeo.

Cuarto festival de globos, con salida desde la arboleda de Macanaz.
Cuarto festival de globos, con salida desde la arboleda de Macanaz.
HA
"La mayoría de los vuelos que se realizaban en las Fiestas del Pilar solían ser de publicidad"

A pesar de que la celebración de los festivales terminó, los globos aerostáticos continuaron volando en el cielo zaragozano. "La mayoría de los vuelos que se realizaban en las Fiestas del Pilar solían ser de publicidad y en menor medida de vuelo de pasajeros", rememora Mariano Olivera. El logo y mensajes publicitarios de cajas de ahorros y bancos, compañías de telefonía, bebidas alcohólicas o eventos, como Jaca 98, se abrían paso entre las nubes de la capital aragonesa. Pepe voló durante 29 años el globo de Cajalón primero y más tarde Bantierra, habitual en las Fiestas del Pilar.

La economía en general se fue por los aires y durante la primera década del 2000 -sobre todo hacia 2007 y 2008- terminó el patrocinio de algunas de las empresas. Una estela amarilla era Javier Tarno por la plaza del Pilar cada 12 de octubre. Este piloto de Globos Boreal -empresa que ha sobrevolado la capital aragonesa durante 25 años- esponsorizaba al 'whisky' escocés J&B.

Globo de J&B sobre el centro de Zaragoza.
Globo de J&B sobre el centro de Zaragoza.
Globos Boreal
"Solo volar sobre Zaragoza el día 12 de octubre ya es una de las sensaciones más especiales como piloto de globo aerostático"

"Era muy bonito volar el día de la Ofrenda de Flores por encima de la plaza. Era el día que más madrugábamos para hacer publicidad, a las 8.00 ya estaba la plaza llena", no olvida Tarno. "Solo volar sobre Zaragoza el día 12 de octubre ya es una de las sensaciones más especiales como piloto de globo aerostático, porque se conjuga emociones con afición al vuelo en globo. Además, siempre ha sido una ciudad muy receptiva a este tipo de experiencias. De alguna manera, es como si la ciudad en fiestas se relaciona también con vuelos en globo por encima de la ciudad", enfatiza Mariano Olivera.

"Era un encuentro entre empresas de globos aerostáticos, amigos entre nosotros. Un encuentro muy añorado y recordado por los pilotos más experimentados dentro del panorama nacional", revive Olivera de Globos.es. "Poco a poco ha ido variando el calendario nacional llevando las citas o regatas a otros lugares: Aranjuez, Valladolid, Igualada, Gijón, Sevilla, etc...", agrega.

Un globo de Globos.es vuela sobre Zaragoza en 2015.
Un globo de Globos.es vuela sobre Zaragoza en 2015.
Globos.es

"En Zaragoza para poder volar se solicita una autorización que se tramita con el aeropuerto y aviación civil, solicitando un permiso especial para estos días pues es necesaria una coordinación dentro del espacio aéreo", explica Mariano Olivera. No obstante Javier Tarno apunta que "hace tres años que no nos autorizan a volar por el centro de la ciudad por las leyes aeronáuticas". Por esta razón optan por localidades cercanas a la capital, como Alfajarín. Ese fue el punto de partida el pasado viernes para una experiencia por los aires. La única, porque el cierzo impidió los otros dos vuelos programados, que se aplazan para más adelante en la zona de Tardienta.

Los vuelos de la 'nueva normalidad'

Estas experiencias se viven en la actualidad con mascarilla. Algunos empresarios del sector señala que les ha afectado la falta de clientes extranjeros, pero vuelan desde el fin del estado de alarma. "Incluso se ha notado cierto incremento de turismo local que ha preferido realizar actividades dentro de su territorio, algo que agradecemos muchísimo", celebran desde Globo.es que trabajan en especial en la provincia de Huesca. "Ha sido una primavera extraña, donde en el horizonte teníamos la esperanza de que no nos afectara mucho. Al tratarse de una actividad al aire libre, todo ha sido más sencillo", concluye Mariano.

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