La bolsa de material escolar llegará pronto a centros de Oliver, Miralbueno y Casetas

Las aportaciones de la ‘Bolsa de material escolar’ continúan extendiéndose por la capital aragonesa y en los próximos días llegaran a centros educativos de Oliver, Miralbueno y Casetas. Estas ayudas ya han llegado también a colegios del Casco Histórico, de San José, de la zona de Miraflores, Delicias, Torrero, La Paz, Las Fuentes o el barrio Jesús, y con ellas se pretende echar una mano a las familias que peor lo están pasando en este peculiar inicio de curso.

La iniciativa de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) y la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) fue lanzada el pasado mes de junio. Desde entonces, gracias a la colaboración de los ciudadanos, se han podido preparar numerosos lotes de material escolar.

“Pensamos que seguramente habría muchas familias cuya situación se agravaría debido a la pandemia pero que a lo mejor no cumplían los estándares para recibir las becas escolares”, explica Manuel Arnal, presidente de la FABZ. La bolsa está destinada a alumnos que cursan desde infantil a educación secundaria obligatoria.

Según datos recogidos al comienzo de la semana, se han comprado más de 200 cuadernos, 600 bolígrafos, 300 lapiceros y 300 gomas, 250 tijeras, 150 reglas, 300 barras de pegamento y 450 rotuladores, entre otras cosas. Además, son cifras que van creciendo día tras días. “Estamos contentos con la acogida, aunque ha sido un comienzo de curso atípico”, reconoce Arnal.

La campaña, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, se prolongará hasta el mes de diciembre. A día de hoy hay más de 130 papelerías de toda la ciudad adheridas a la iniciativa, con la que también se intenta fomentar el pequeño comercio de proximidad.

Para colaborar tan solo hay que acudir a alguno de estos establecimientos, consultar el listado de material necesario -disponible en la web de la FABZ- y dejar pagado algún artículo, por ejemplo un cuaderno o unas pinturas. Por cada euro de compra, el ciudadano recibe un boleto para participar en el sorteo de una gran cesta con productos donados por comerciantes de barrio.

Posteriormente, una o dos veces por semana, voluntarios acuden a las papelerías a recoger el material donado y, en función de las necesidades que comunica Fapar, se preparan los lotes. “Usamos las ampas para hablar con los equipos directivos de los centros y que estos nos trasladen las necesidades que puede haber. Somos el nexo de unión entre los centros y la FABZ”, explica Pilar Castillo, presidenta de Fapar en Zaragoza.

Una vez que los lotes están listos, la asociación de vecinos de la FABZ más cercana los entrega a los representantes del centro. Además, tal y como apunta Castillo, es un proceso totalmente anónimo en el que las carencias de material no se señalan con nombre y apellidos, sino de forma general.

Castillo considera que “las ampas están respondiendo, aunque es cierto que hay más ampas de primaria que de secundaria”. En este sentido, cree que debido a la asistencia semipresencial en los cursos más avanzados puede retrasar “unos días” la detección de carencias en los estudiantes. También Arnal tiene la sensación de que las familias han comprado menos material y lo han hecho más tarde. “Las propias papelerías reconocen que no se ha comprado con alegría”, señala.

A este proyecto solidario también se ha sumado Puerto Venecia, que realizó una recogida de material escolar del 9 al 26 de septiembre. Además, por cada donación realizada por los ciudadanos, el centro comercial ha donado otros 3 euros en material escolar. La entrega de todos los artículos recogidos se realizará este jueves en un acto en el que, además de los representantes de la FABZ y Fapar, estará presente Ángel Lorén, Consejero de Acción Social y Familia del Ayuntamiento de Zaragoza.