sucesos zaragoza

El joven que mató a su padrastro creía que su madre había hecho brujería para que no fumara hachís

Etiosa G. I., de 26 años, diagnosticado de esquizofrenia y psicosis, sigue ingresado en la unidad de Psiquiatría del Hospital Miguel Servet

La Policía investiga lo ocurrido en el lugar de los hechos
La Policía, el día del crimen en el lugar de los hechos
José Miguel Marco

Etiosa G. I., de 26 años, presunto autor de la muerte a cuchilladas de su padrastro, Antonio Ibar, de 69, y del intento de homicidio de su madre, Linda I. I., de 44, en el domicilio del barrio de la Paz en el que vivían, continúa ingresado en la unidad de Psiquiatría del Hospital Miguel Servet. Allí está desde que fue detenido el 28 de julio en su casa tras cometer el crimen y ser desarmado por la Policía.

El joven llegó a Zaragoza en 2015 procedente de Nigeria, de donde había emigrado su madre en 2001. En 2014 se le diagnosticó esquizofrenia, enfermedad de la que estaba siendo tratado en el centro de salud de Torrero-La Paz. Sin embargo, parece que a la última visita no acudió y su comportamiento se fue haciendo cada vez más extraño y cuando discutía se ponía agresivo.

Las discusiones con su madre se producían principalmente cuando le cogía la tarjeta de crédito. Precisamente fue por las explicaciones que Linda I. pidió a su hijo por unos gastos que figuraban en su cuenta bancaria lo que motivó que Etiosa G. cogiera un machete de tipo supervivencia de 16 centímetros de hoja, fuera con él a la cocina y acuchillara a su madre en el abdomen y una pierna, hiriéndola gravemente.

Antonio Ibar, que se encontraba en el salón, recibió cuatro cuchilladas cuando acudió a defender a su esposa. La mujer logró salir a la calle y pedir ayuda a los vecinos, que avisaron a la Policía y a una ambulancia. Los agentes que acudieron al lugar tuvieron que encañonar al joven para que soltara el machete que todavía llevaba en la mano y se tumbara en el suelo para ser engrilletado.

Los sanitarios no pudieron salvar la vida de Antonio Ibar, el cual presentaba dos heridas en la zona del costado lateral izquierdo y dos en el abdomen. El hombre no tenía ninguna lesión de defensa.

Etiosa G. L., una vez detenido, fue trasladado al Hospital Miguel Servet y en la primera exploración contó que su madre había hecho cierta "brujería" para que él no pudiera consumir cannabis. Relató que había contactado con Dios y que todo estaba relacionado. Admitió haber acuchillado a su progenitora y a su padrastro cuando intentó proteger a su mujer. No parecía afectado por lo sucedido y minimizaba lo ocurrido. En la entrevista dijo que los médicos le estaban comentando en su idioma natal que estaba "loco".

La conclusión a la que llegó el médico forense que lo examinó es que la voluntad y capacidad de conocer del agresor estaban afectadas por un brote psicótico de tipo esquizofrénico con síntomas de delirio y psicosis. Por esa razón, fue enviado a Psiquiatría, donde permanece en calidad de preso. Recientemente, los médicos preguntaron a la juez si el paciente podía comunicarse con su familia telefónicamente, ya que Instituciones Penitenciarias no permite las visitas por la covid-19, algo a lo que ha accedido la magistrada. Etiosa G. tiene una hermana que vivía en el domicilio familiar, aunque en el momento del crimen se encontraba trabajando.

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