zaragoza

El aparcamiento subterráneo del parque Bruil en Zaragoza tiene ya tres empresas interesadas en su explotación

Después de varios intentos, finalmente podría estar adjudicado en un mes. Los vecinos demandan desde hace
una década su puesta en funcionamiento por la escasez de plazas en la zona

Acceso al aparcamiento subterráneo del parque Bruil, cerrado desde hace siete años.
Acceso al aparcamiento subterráneo del parque Bruil, cerrado desde hace ocho años.
Raquel Labodía

Después de casi diez años de idas y venidas, la apertura del estacionamiento subterráneo del parque Bruil –cerrado desde 2012– está cada vez más cerca de ser una realidad. El Ayuntamiento de Zaragoza volvió a sacar a concurso en junio, por tercera vez, la explotación de esta infraestructura, tan demandada por el tejido vecinal de la zona, y ya hay tres empresas que están interesadas. Por eso todo apunta a que en esta ocasión el proyecto no se quedará en agua de borrajas y podría estar licitado a mitad o finales del mes de septiembre.

Así, se cumplirían los plazos que anticipó en su día el concejal de Urbanismo de la coalición PP-Cs, Víctor Serrano, que confió en que el parquin pudiera estar operativo en aproximadamente medio año desde que se sacó de nuevo a licitación, es decir, sobre el mes de diciembre. El gobierno de la ciudad aprobó el concurso con un precio mínimo de enajenación de 820.045 euros. Además, el adjudicatario deberá hacerse cargo de la urbanización del espacio peatonal de la superficie, al que deberá destinar un mínimo de 193.600 euros. De momento, ya son tres las empresas que están de acuerdo con estos requisitos y quieren hacerse cargo del aparcamiento. En concreto, el parquin cuenta con una superficie útil de 4.678 metros cuadrados, con capacidad para unas 175 plazas, y está ubicado en una de las zonas con más carencia de aparcamientos de la ciudad.

"Es una gran demanda vecinal", aseguró ayer Carmen Turégano, la presidenta de la Asociación Parque Bruil San Agustín. La portavoz recordó que antes de que la movilidad se redujera con motivo de la pandemia del coronavirus era habitual que "cientos" de bicicletas y motos se apiñaran en la zona cercana al centro empresarial El Trovador porque los trabajadores "acabaron desistiendo de ir en coche" y no encontrar una plaza.

De hecho, Turégano explicó que la necesidad era tal que los vecinos trataron de crear una cooperativa para adquirir la infraestructura, pero finalmente la iniciativa no salió adelante. Además, según indicó, la mayoría de viviendas de la zona antigua del barrio no dispone de garaje, y los edificios que lo tienen, sobre todo en la parte nueva, no cuentan con suficientes plazas para todos los residentes. "Estamos esperanzadas –manifestó–. Esperaremos a finales de septiembre cruzando los dedos".

Casi una década de espera

El aparcamiento subterráneo del parque Bruil lleva sin uso desde que en 2012 se inauguró la escuela infantil ubicada justo encima. Fue construido un año antes por un importe de un millón de euros, gracias a la financiación del Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL) del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero el desplome del sector inmobiliario bloqueó la adjudicación y, en todo este tiempo, no se ha logrado que ninguna empresa se haga cargo de su gestión y no ha podido abrirse al público.

Por este mismo motivo, el precio de salida a concurso ha ido descendiendo con el paso de los años y de los intentos infructuosos de atraer licitadores. El anterior gobierno municipal de ZEC lo sacó a concurso por 1,1 millones de euros a comienzos del año pasado, ya un 20% más barato que la primera vez: en 2016 trató de venderlo por 1,38 millones.

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