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Un bróker que solo estudió FP electrónica, acusado de estafar 95.000 € a un cliente de Zaragoza

La Audiencia de Zaragoza juzgó este lunes al asesor financiero y a su esposa, para los que piden penas de hasta  cinco años de cárcel. El hombre dijo que no fue a la universidad pero hizo nueve cursos oficiales.

Los acusados, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
Los acusados, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
HA

A tenor de los resultados, parece que la decisión de un zaragozano de confiar sus ahorros a un asesor financiero para que los invirtiera en la bolsa no fue la más acertada. Porque, lejos de ver aumentar su patrimonio, en apenas tres años perdió 95.000 euros. Pero no le fueron mejor las cosas al bróker, que como consecuencia de aquellas operaciones fue desahuciado y se divorció de su mujer. Además, ambos se enfrentan ahora a sendas penas de hasta cinco años de prisión acusados de un delito de estafa o, subsidiariamente, de apropiación indebida.

Los hechos que se atribuyen a la pareja se habrían cometido entre los años 2016 y 2018, pero fue ayer cuando Fernando M. C. y Guadalupe L. M. se sentaron en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Zaragoza para intentar demostrar que no se quedaron ni un solo euro del cliente y que la pérdida del dinero no fue consecuencia de ningún engaño, sino “únicamente” del devenir del mercado bursátil. Pero ni la Fiscalía ni la acusación particular comparten la versión del matrimonio, ya que cuestionan que realmente el dinero si invirtiera y hasta dudan de la capacitación del investigado para ejercer como asesor financiero.

“No tengo estudios universitarios, solo estudié formación profesional por la rama electrónica. Pero a mí lo que realmente me gustaba era el mundo económico, por lo que empecé a hacer cursos para prepararme como asesor financiero. Desde 2007 hasta ahora he hecho nueve. Y son cursos con titulación oficial, ya que los imparten empresas autorizadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)”, declaró el acusado. Al pedirle la Fiscalía que acreditara esta formación, Fernando M. C. solo pudo aportar un correo electrónico que supuestamente avalaría que está capacitado para optar a la renovación del título de asesor financiero.

La Fiscalía habla de "chiringuito financiero"

Una de las circunstancias que llevan al ministerio público a hablar de estafa es el hecho de que el acusado captara al denunciante como cliente a través de lo que definió como un “chiringuito financiero”. ¿Por qué? Porque el investigado ofrecía sus servicios a través de una empresa que no estaba oficialmente reconocida por la CNMV. “Ellos me dijeron que lo estaban tramitando, pero pasaba el tiempo y no se inscribían, así que decidí dejarlo. Sin embargo, el cliente se puso en contacto después conmigo para que siguiera llevando sus inversiones”, declaró el acusado. “Y lo acepté -añadió-, porque ya estaba trabajando para otro bróker que operaba legalmente”.

“Como consecuencia de esto yo lo perdí todo. A mi mujer, mi casa… todo. Un amigo me refugió y me dio de comer”, explica el acusado

Fernando M. C. aseguró que por entonces asesoraba al denunciante y a otros cuatro clientes, pero solo el primero le hizo entrega de dinero en efectivo para que lo moviera en los distintos mercados bursátiles, nacionales e internacionales. Los 95.000 euros que a lo largo de tres años le fue enviando el perjudicado se transfirieron a una cuenta bancaria de la que era titular la entonces esposa del asesor financiero, de ahí que ella haya terminado también en el banquillo. Ante la pregunta concreta de uno de los magistrados del tribunal, el hombre explicó que su esposa estaba al corriente de todo, pero el único que operaba e invertía el dinero del cliente era él. De ahí que la defensa de Guadalupe L. M. pida su absolución.

Según el acusado, él facturó por adelantado 10.000 euros por sus servicios de asesoramiento. “Y como la inversión no fue bien, ya no volví a cobrar nada más. Todo el dinero de este señor se invirtió y está justificado”, manifestó ante los magistrados de la Sección Primera. “Como consecuencia de todo esto yo lo perdí todo. A mi mujer, mi casa… todo. Un amigo me refugió y me dio de comer”, explicó. Actualmente, ha vuelto a trabajar como asesor financiero en Madrid.

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