zaragoza
Vuelven las quejas tras la reapertura de una conflictiva discoteca en Delicias
Los vecinos de la zona aseguran que ya se han vuelto a producir altercados, mientras que los responsables del local sostienen que han reforzado la seguridad y seguirán trabajando para reducir las molestias.
Poco más de cinco meses ha durado la calma entre los vecinos de la calle Celanova, en el barrio de Delicias. Ese es el tiempo que la discoteca Dubai ha permanecido cerrada debido a las sanciones que acumulaba por incumplir la normativa vigente.
Hace unas semanas, tras el levantamiento del estado de alarma, el local volvió a reabrir sus puertas y las reacciones de los residentes de la zona no se han hecho esperar. Critican su reapertura y piden más sanciones para un espacio en el que ya se han producido numerosos altercados que, al parecer, continúan produciéndose. “El primer día de reapertura ya hubo problemas. Por nuestra parte, lo que querríamos es que la cerraran”, señala un vecino.
A comienzo de año, el consejo de Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza tramitó dos expedientes contra el establecimiento por incumplir las condiciones de seguridad, acústicas, higiénicas y de sanidad. Además, tanto la administración como los vecinos de los alrededores habían manifestado su preocupación por los delitos e infracciones que se cometían en las inmediaciones del local.
El consistorio zaragozano ha confirmado que la discoteca ha vuelto a abrir sus puertas porque cumple con lo requerido. No obstante, fuentes municipales advierten de que el local acumula “otros expedientes sancionadores que tienen que analizarse” y que podrían acarrear un nuevo cierre, aunque todavía es pronto para saberlo porque aún no han sido resueltos.
De acuerdo con los vecinos, los problemas en esta zona comenzaron “desde el primer momento” en el que abrió la discoteca, hace aproximadamente tres años. “Todo está lleno de suciedad, orines, gente gritando…”, comenta el residente, que no entiende que pueda haber un local de estas características en una zona residencial. “No es normal que les permitan abrir todos los días, menos el lunes, hasta las siete de la mañana”, considera.
A mediados de 2017 un menor fue apuñalado a las puertas del local, aunque también ha habido peleas y altercados con heridos en su interior. Ante estos episodios, las propias comunidades de vecinos de la zona, a través de los administradores de fincas, han reforzado su seguridad. “Los cuatro portales más afectados tienen cámaras de videovigilancia”, señala el vecino.
Según Luis, encargado de la discoteca Dubai, la mayor parte de los problemas en la zona los generaba un restaurante contiguo al local y gente que ya acudía “pasada y bebida” de otros bares de la ciudad. “Hemos reforzado la seguridad para evitar que la gente se reúna en la puerta del establecimiento”, señala.
En estos momentos, la discoteca abre de viernes a domingo en horario de 00.00 a 6.30 y con el 50% del aforo. Para los responsables, han sido “seis duros meses de cierre” en los que han tenido que seguir pagando gastos fijos como el alquiler.
Por ello, el encargado del local asegura que continuarán estudiando fórmulas y aplicando medidas para que la relación con los vecinos sea “menos tensa”. “Nuestra intención es no molestar. Somos los primeros interesados en que se acaben los problemas porque este es nuestro medio de vida”, apunta.
La discoteca Dubai también es una vieja conocida para la Asociación de Vecinos Manuel Viola de Delicias. El colectivo asegura recibir numerosas quejas relacionadas con el ruido y la suciedad. “Las hemos recibido desde el primer día, antes incluso de que reabrieran sus puertas”, explica José Luis Zúñiga, presidente de la entidad.
La asociación asegura que se trata de “un problema que se extiende por otros puntos del barrio” y que comunicarán a la policía las zonas del distrito que acumulan más avisos. De acuerdo con la asociación, a los focos de siempre (calle Celanova, Lastanosa, Arías, Borja, Celanova y Antonio Sangenís) se han sumado algunos nuevos. El colectivo empieza a recibir quejas por las terrazas del paseo de Calanda, algunas abiertas hasta altas horas de la madrugada, y por la reapertura de otro local en la calle Bolivia.
