Un nuevo colector impedirá que los vertidos de Malpica acaben en el Ebro 

La obra, de más de cuatro kilómetros de longitud, es una de las más importantes de los últimos años para cuidar el río.

Un nuevo colector impedirá que los vertidos de Malpica acaben en el Ebro
Un nuevo colector impedirá que los vertidos de Malpica acaben en el Ebro
Ayuntamiento de Zaragoza

El Ayuntamiento de Zaragoza ha invertido 2,3 millones de euros en el desdoblamiento de un colector para controlar los vertidos del polígono industrial de Malpica y evitar que estos acaben en el río Ebro.

El alcalde de la ciudad, Jorge Azcón, ha definido la obra, de más de cuatro kilómetros de longitud, como una de las más importantes de los últimos años para cuidar el río.

Ha señalado que el objetivo es que los vertidos en esta parte del término municipal estén siempre controlados, ya que el antiguo colector, construido en los años 60, recogía las aguas residuales del polígono, pero también los excesos de riegos y las infiltraciones de aguas subterráneas, con lo que se producían en ocasiones desbordes al Ebro debido a su limitada capacidad.

La solución ha pasado por dos tuberías: la nueva, para los vertidos más peligrosos (procedentes de Malpica), y la vieja, para excesos de riegos y aguas pluviales, y así los primeros no llegarán al río Ebro.

Azcón ha explicado que el trabajo, que empezó en abril de 2019, "no ha sido fácil", ya que se han debido compatibilizar las obras con el nivel freático del río, con los riegos en los campos de alrededor y, por último, han coincidido con la pandemia por coronavirus.

El nuevo colector parte de la calle E del Polígono de Malpica y discurre paralelo al antiguo, cruzándose bajo la carretera N-2 y la acequia de Urdán.

Para no afectar a estas dos vías de comunicación, la construcción de la tubería se realizó en este tramo mediante la técnica de hinca, un sistema neumático que permite ir perforando y colocando el material sin necesidad de abrir zanja.

Tras recoger los vertidos procedentes del Lugarico de Cerdán y de Movera, cruza también bajo la CV-314 de Movera a Pastriz y desemboca junto a la mota del río Ebro, en las inmediaciones de la Urbanización Torre Urzaiz, desde donde vierte su caudal al emisario de aguas residuales de la depuradora de La Cartuja.

Son precisamente los trabajos relativos a recoger los vertidos de Movera y del Lugarico de Cerdán lo único que resta para finalizar la infraestructura.

El alcalde ha destacado también el impulso a obras de este tipo que, "aunque no se vean", porque son bajo tierra y a las afueras de la ciudad, son "fundamentales" para cuidar el medio ambiente, que es uno de los principales objetivos de su gobierno. 

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