La Archidiócesis de Zaragoza distribuye 40.000 euros más para necesidades sociales generadas por la pandemia
El arzobispo de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez, decidió crear este fondo de emergencia, que ha recaudado cerca de 100.000 euros, con el objetivo de acompañar a las personas más vulnerables.
La Archidiócesis de Zaragoza ha distribuido 40.000 euros del 'Fondo de Emergencia covid-19' para luchar contra las consecuencias sociales de la pandemia del coronavirus, cantidad que se une al reparto hace menos de un mes de otros 50.000 euros del mismo fondo.
El arzobispo de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez, decidió crear este fondo de emergencia, que ha recaudado cerca de 100.000 euros, con el objetivo de acompañar a las personas más vulnerables, "siendo un hospital de campaña que no deja a nadie tirado en la cuneta", como ha pedido el Papa Francisco, han indicado desde la Delegación de Medios de Comunicación de la Archidiócesis en una nota de prensa.
Con este objetivo, desde que comenzó la crisis del coronavirus, la Archidiócesis de Zaragoza "redobló" su labor sociocaritativa para ayudar a los damnificados y luchar contra los efectos de la pandemia a través de Cáritas, de los comedores parroquiales, de las residencias diocesanas de mayores o de la Mesa de la Hospitalidad.
Ante el aumento de las necesidades, el arzobispo creó el 'Fondo de Emergencia COVID-19'. Tras una entrega inicial de 50.000 euros a finales del pasado mes de mayo, el Consejo Diocesano de Asuntos Económicos ha acordado, a propuesta del ecónomo diocesano, un segundo reparto de 40.000 euros.
Este dinero se ha destinado al Comedor de la Parroquia de San Pedro Arbués, que ha recibido 10.000 euros para la ampliación del comedor familiar y para el alquiler de una furgoneta para el reparto de alimentos.
Asimismo, la residencia de ancianos de la Parroquia de Nuestra Señora del Portillo ha obtenido otros 10.000 euros para paliar la disminución de ingresos, al no cubrirse las bajas de residentes, y ayudar a la financiación del aumento de gastos asociados a la pandemia.
Ayudas a familias
Por su parte, la Fundación Canónica Santo Domingo de Silos ha recibido 10.000 euros destinados a ayudas a las familias para seguir las actividades docentes online y la adquisición de material de protección.
La guardería laboral 'Nuestra Señora de la Rosa', de la Parroquia de San Miguel Arcángel de Casetas, ha obtenido 5.000 euros de este fondo para el pago de gastos fijos que se devengan pese al cierre temporal de la guardería.
Asimismo, se han destinado al Patronato Nuestra Señora de los Dolores otros 5.000 euros para el reparto de alimentos a familias y para la adquisición de arcones congeladores y dos combis para mantener los productos en perfecto estado.
El dinero procede de las donaciones de sacerdotes, comunidades de vida consagrada y seglares, a raíz de la campaña 'Hazlo Posible Zaragoza', que seguirá abierta durante todo el mes de junio.
Los donativos permiten desgravar tanto en el Impuesto sobre Sociedades como en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y pueden realizarse mediante transferencia a la cuenta bancaria de Ibercaja ES67 2085 0101 1303 3104 6011 o a través de BIZUM, con el código 38393.
Al servicio de la sociedad
La Delegación de Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Zaragoza ha explicado que la Iglesia diocesana asume la responsabilidad de mover a los católicos y a quien desee sumarse a seguir colaborando.
Así, en la web de la campaña www.hazloposiblezaragoza.es se ofrecen de un modo visual y con una narrativa dinámica un elenco de 'Historias con alma'. Son testimonios concretos de una institución "que está comprometida con la sociedad, como muestra la atención brindada en hospitales, cementerios, residencias de mayores, centros de atención a la mujer y a las familias", entre otros, han apuntado las citadas fuentes.
Asimismo, la página ofrece una sección, 'Por tantas razones', que refleja en 20 puntos el trabajo de la Iglesia durante esta crisis al servicio de la sociedad y del bien común y destaca, entre otras cosas, la atención a personas en riesgo de exclusión, el reparto de comida a temporeros en zonas agrícolas, la confección de mascarillas para el personal sanitario, la atención espiritual, tanto presencialmente, como por teléfono, y el acompañamiento a personas mayores.
