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Azcón: "Zaragoza necesita 90 millones de euros del Estado para afrontar la crisis"

El alcalde de Zaragoza cumple este lunes su primer año al frente del gobierno PP-Cs, que ha estado marcado por la crisis sanitaria, económica y social de la covid-19.

JORGE AZCON ( ALCALDE DE ZARAGOZA ) / 11/06/2020 / FOTO : OLIVER DUCH [[[FOTOGRAFOS]]]
Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza.
Oliver Duch

Cumple un año en la alcaldía y la situación actual no es la prevista.

Es evidente que no contábamos con afrontar posiblemente la mayor crisis desde la Guerra Civil.

¿En qué medida altera la pandemia todo su proyecto político?

Esta crisis altera las prioridades, pero no los objetivos. Lo que era necesario antes de la crisis sigue siendo necesario hoy. Hay proyectos que cambian, algunos que se retrasan, pero el objetivo sigue siendo el mismo: resolver los problemas de los zaragozanos con una gestión eficaz y no con sectarismo ideológico.

¿Cuál ha sido el momento más duro?

Ha habido varios. Desde lo que tiene que ver con las personas fallecidas hasta lo que tiene que ver con las necesidades sociales.

¿De qué está más satisfecho?

En Zaragoza hemos sido noticia nacional por adelantarnos en muchas decisiones. Fue la primera ciudad de España que decidió desinfectar autobuses, peatonalizar las calles cuando empezaron las fases, aplicar medidas de seguridad en el transporte público. Esas cosas producen satisfacción.

¿Y ha habido algún error?

Seguro que sí, que podríamos haber tomado más decisiones. Seguro que nos hemos equivocado en algo, pero la verdad es que el gobierno ha hecho lo que ha podido. Hemos puesto el alma.

Los grupos de la oposición le han acusado de buscar la foto y de aprovechar la pandemia para su promoción personal.

Durante la crisis hemos hecho lo que teníamos que hacer, que era trabajar mucho y en muchos sitios en los que creo que, sinceramente, era necesaria la figura de quien representa a la ciudad, que es el alcalde. Yo creo que en este momento es mejor no confrontar con la oposición.

¿Cuál es el reto ahora?

Salir de la crisis. Tenemos que evitar un rebrote que tendría consecuencias dramáticas y poner en marcha medidas de reactivación que ayuden a que se destruya el menor número de empleos.

Al margen de la pandemia, ¿cuál ha sido su principal interés en este primer año de gobierno?

Lo primero que tuvimos que hacer es ordenar las cuentas. Llegábamos al Ayuntamiento más endeudado de España y con un agujero de 103 millones de euros. Los primeros presupuestos ayudaron a ordenar esas cuentas, bajando impuestos y dando respuesta a las demandas de la ciudad. Otro cambio es la relación con otras administraciones. Nos hemos esforzado mucho en acabar con una etapa de confrontación. Esta es una época en la que llegar a acuerdos. Lo hemos demostrado con el Gobierno de Aragón, firmando un pacto con agentes sociales y entidades vecinales y también llegando a acuerdos con los alcaldes del resto de ciudades.

La Romareda fue el primer proyecto que anunció al llegar a la alcaldía. Hoy el gobierno dice que no es una prioridad. ¿Está descartado?

No, no… No hemos abandonado el proyecto. Con lo que estamos viviendo no puede ser la prioridad, pero La Romareda era una necesidad antes de la covid y la ciudad va a seguir necesitando un campo cuando todo esto acabe. Vamos a seguir trabajando en que la ciudad tenga un nuevo campo de fútbol. Este gobierno no se va a olvidar de La Romareda.

El Real Zaragoza inició ayer la lucha por retornar a Primera. ¿Un ascenso podría reactivar el proyecto?

Pues estoy convencido de que el Zaragoza en Primera será una buena noticia. Para la imagen y la proyección de la ciudad y también para que el nuevo campo se convierta en una realidad.

Ha planteado la venta de una parcela para un hospital privado. ¿Sustituye a La Romareda como proyecto estrella?

No. Es necesario que los proyectos no se paralicen como hacía el gobierno anterior. Zaragoza es una ciudad abierta a proyectos que generen inversión, creación de empleo y actividad económica. Si hablamos de una infraestructura sanitaria en el momento que estamos viviendo, doblemente interesante. Pero es que además significa ingresos para el Ayuntamiento, que no serán menos de 15 millones.

No ha logrado el consenso con el PSOE y la DGA ha recibido la propuesta con frialdad.

Bueno, estoy convencido de que el Gobierno de Aragón acabará respaldando la tramitación de este proyecto.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha dicho que «no es un proyecto necesario».

Todo proyecto que suponga 120 millones de euros de inversión, cree 3.000 puestos de trabajo y deje 15 millones de euros en las arcas municipales es necesario.

¿Cómo ha sido la cooperación con el Gobierno de Aragón?

Ha sido muy razonable y fructífera. Durante la crisis es evidente que significó la puesta en marcha del hospital en el Auditorio. Antes de la crisis, supuso la constitución de la comisión bilateral con importantes acuerdos en financiación, en urbanismo… El camino de colaboración y de no confrontación lo empezamos a recorrer antes de la crisis. Nos ha servido para resolver problemas y no tirarnos piedras durante estos días. La sociedad está ratificando que ese era el camino adecuado.

El PIB podría caer hasta un 15%. ¿Cuál puede ser el impacto social y económico en la ciudad?

Estamos contemplando escenarios económicos en el Ayuntamiento de Zaragoza como no se conocían. Sobre un presupuesto de 800 millones puede haber caídas en los ingresos de 100. Van a ser necesarias las ayudas de otras instituciones, tanto del Gobierno de España como de la Unión Europea. Pero hay muchas cosas que no vamos a dejar de hacer.

¿Por ejemplo?

Algunas nuevas, como la rehabilitación que es absolutamente eficaz para salir de la crisis. Nunca se había destinado tanto dinero. En el pasado, cuando llegaron crisis económicas el Ayuntamiento suprimió las ayudas a la rehabilitación. Nosotros las hemos incrementado para llevarlas al máximo histórico, porque multiplica la actividad económica.

La concejal de Hacienda dice que el presupuesto de 2020 «está muerto» por la pandemia.

No solo del 2020. También el del 2021. Muchos de los ingresos previstos no van a llegar por la crisis. El agujero más importante se ve en el transporte público. Esta crisis económica hace saltar por los aires todas las previsiones.

¿La caída de ingresos va a abrir una nueva etapa de recortes?

No tenemos previsto que haya recortes, pero habrá proyectos que se van a retrasar. Una parálisis administrativa de tres meses va a hacer que, por el mero hecho de que no se pueda trabajar todo el año, no se puedan ejecutar determinadas obras. Algunas obras que teníamos previstas no va a ser posible contratarlas en 2020. Lo cual no quiere decir que no se vayan a hacer.

¿Cuáles se verán afectados?

Eso dependerá de la modificación presupuestaria de final de año. Las partidas que no se puedan licitar se destinarán para las necesidades de la covid.

Pero si bajan los impuestos, habrá que bajar los gastos.

Confío en que, aunque el gobierno de Pedro Sánchez nos haya dejado solos, en algún momento lleguen ayudas. A los ayuntamientos han llegado cero euros. En lo que se refiere al Gobierno de España nos hemos sentido absolutamente abandonados. No es que no nos hayan ayudado, sino que nos ponen cargas como la gestión del ingreso mínimo vital sin compensar los costes. Ni nos ayudan, ni nos dan información, ni cuentan con nosotros.

¿El ingreso mínimo vital va a colapsar los servicios sociales?

Tenemos la mejor disposición para ayudar a la gestión del ingreso mínimo vital. Pero no puede bloquear el resto de ayudas. Estamos coordinándonos con el Gobierno de Aragón para ver los pasos que damos, pero necesitamos ayuda económica, personal, formación y herramientas informáticas. Y de nada de eso se ha hablado con nosotros.

Se ha habilitado un fondo de 16.000 millones para las autonomías. ¿Espera que los ayuntamientos reciban algo?

Pues sería justo que algo llegara a los ayuntamientos. Pero lo que es necesario es que haya un fondo específico para los ayuntamientos. Aún no se ha hablado nada de eso. Hay un trato absolutamente injusto con los ayuntamientos en esta crisis.

¿Cuánto cree que debería inyectar el Estado a Zaragoza?

Sé lo que hemos pactado los partidos en la FEMP: un fondo de 6.000 millones para los ayuntamientos. Si las comunidades autónomas son el 35% del gasto del Estado y les dan 16.000 millones, los ayuntamientos somos el 15% y nos corresponden 5.000 y 1.000 más para el transporte urbano. Por población, de los 5.000 millones a la ciudad le corresponderían 70. Y por el transporte otros 20. Zaragoza necesita 90 millones del Estado para afrontar la crisis.

¿La pandemia le va a impedir cumplir su compromiso de bajar impuestos en 2021?

Bueno, de momento el presupuesto de 2020 fue un presupuesto en el que por primera vez en muchísimos años los impuestos se bajan en Zaragoza pese a la situación económica. Hay sectores en los que los impuestos deben seguir bajando para impulsar la actividad económica.

Su mandato estrenó una fórmula de coalición en Zaragoza: PP- Cs. ¿Está funcionando?

Hay un equipo con dos partidos. Como le gusta decir a la vicealcaldesa, Sara Fernández, nos estamos dedicando a la política útil. Y eso hace que se piense más en un equipo de gobierno que en quién pertenece a un partido.

A nivel nacional, Cs ha experimentado un acercamiento al PSOE durante el estado de alarma. ¿Le preocupa?

No hemos tenido problemas, todo lo contrario. Estoy muy contento con el trabajo de los concejales de Cs y del PP. Aquí hay un equipo que de verdad funciona pensando en solucionar los problemas de la ciudad y no en otro tipo de intereses políticos.

¿En qué medida se está viendo condicionado por Vox, partido del que depende su mayoría?

Bueno, estamos llegando a acuerdos razonables en cada asunto.

Según la oposición, su gobierno es rehén de la extrema derecha.

Este gobierno no se caracteriza por el radicalismo, sino todo lo contrario. Este gobierno se caracteriza por llegar a acuerdos con todo aquel que propone cosas razonables, sea un partido que se llame Vox o sean agentes sociales o sean otras administraciones, como el Gobierno de Aragón.

La política nacional está inmersa en una etapa de crispación. ¿Le preocupa?

Creo que no es bueno, que no es momento de cavar trincheras, sino de arrimar el hombro. Pero en esa política de crispación no todos tienen la misma responsabilidad. Cuando hay un gobierno, el gobierno siempre tiene un plus de responsabilidad. En este caso, el Gobierno de Pedro Sánchez creo que tiene mucha responsabilidad en la crispación.

¿Y qué responsabilidad le corresponde a Pablo Casado?

Pablo Casado ha apoyado a este Gobierno como el PSOE no le hubiera apoyado si hubiera gobernado el PP. Si vemos la actuación de uno y de otro en la oposición, con decenas de miles de muertos, Pablo Casado ha dado una lección de responsabilidad.

Habla de acuerdos, pero el PP ha rechazado las últimas ampliaciones del estado de alarma.

Ayer votó a favor del ingreso vital mínimo, Pablo Casado ha ofrecido 12 pactos de Estado a Pedro Sánchez. Pero es muy difícil pactar con quien prefiere a Bildu y ERC. Es muy complicado llegar a acuerdos con quien depende de golpistas, separatistas y filoterroristas.

En Aragón y en Zaragoza se ha llegado a acuerdos políticos para impulsar medidas contra la crisis. ¿Por que aquí es posible el pacto y en España no?

Hay algo que hicimos bien y que es sentar las bases de colaboración antes de que llegara la crisis. Si hubiera habido confrontación y crispación como había la legislatura pasada, la crisis hubiera tenido un efecto multiplicador.

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