Los mercadillos callejeros estrenan la nueva normalidad en Zaragoza
Las plazas de San Bruno y San Francisco reciben a los vendedores tras dos meses de confinamiento con medidas extraordinarias de seguridad y solo el 25% de los puestos.
Tras el éxito cosechado por la Muestra Agroecológica hace una semana, cuando volvieron a instalar los puestos en la plaza del Pilar tras dos meses de confinamiento por el coronavirus, ayer fue el turno de los mercadillos de las plazas de San Bruno y San Francisco de estrenar la nueva normalidad. Tal y como establecen los criterios de la desescalada en el país, el retorno estuvo marcado por las medidas extraordinarias de seguridad, la restricción de aforos y un máximo del 25% de los puestos habituales.
Con buen tiempo y ante la expectación de los clientes más fieles de estas dos citas domingueras de la capital aragonesa, los vendedores volvieron a montar sus puestos. En concreto, de acuerdo con el Ayuntamiento de Zaragoza, el mercadillo de San Bruno, que cuenta con 71 licencias, aunque habitualmente se instalan unos 62 puestos, reabrió con 16, es decir, el 25% que como máximo permiten las autoridades sanitarias en esta fase de la desescalada tras la pandemia.
Por su parte, en el de la plaza de San Francisco volvieron 13 de los 50 habituales. En ambos casos, y de acuerdo con las asociaciones de vendedores, se estableció un sistema de turnos alternativos -primero las licencias impares, y después las pares- para decidir quién podía volver a poner sus artículos a la venta.
Ambos recintos estuvieron controlados en todo momento por personal de seguridad y voluntarios, al igual que ocurrió el sábado con la Muestra Agroecológica, que celebró su segunda jornada poscovid con 19 puestos, 4 más que el primer día. Mientras, los vendedores del rastro de La Almozara todavía no han dado el paso para su vuelta.
