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El jubilado de Calatorao que pudo abusar durante "años" de menores seguirá preso

El juez se niega a ponerlo en libertad provisional, ya que existen al menos seis víctimas de entre 12 y 17 años y las elevadas penas de cárcel a las que se enfrenta podrían hacer que intentara fugarse-

El jubilado fue detenido el pasado 2 de marzo y lleva en prisión provisional desde entonces.
El jubilado fue detenido el pasado 2 de marzo y lleva en prisión provisional desde entonces.
Guardia Civil

Resulta «del todo inverosímil» y «escapa de toda lógica» que no existiera una ánimo libidinoso en los encuentros que Melchor S. M., un jubilado de 71 años, mantuvo con unas «niñas» de entre 12 y 17 años. Así de categórico se ha mostrado el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de La Almunia a la hora de negarse a poner en libertad a este vecino de Calatorao, detenido el pasado 2 de marzo por la Guardia Civil tras averiguar que podría llevar «años» suministrando alcohol y drogas a menores para abusar después de ellas.

Cuando el encausado llevaba ya más de un mes entre rejas, la defensa, a cargo de Javier Osés, propuso al instructor sustituir la prisión provisional por medidas cautelares menos severas:la imposición de una fianza, prohibiciones de salida del territorio nacional, comparecencias semanales en el juzgado, órdenes de alejamiento... Según el letrado, el fuerte arraigo de su cliente hace imposible que intente sustraerse a la acción de la justicia. Sin embargo, dadas las importantes penas de cárcel a las que se enfrenta el encausado, el magistrado cree que ninguna de las alternativas propuestas conjuraría el alto riesgo de fuga ni la reiteración delictiva.

«Todos los medios de prueba practicados durante la fase de instrucción apuntan a que la conducta del investigado se viene llevando a cabo desde hace años», explica el juez en su auto. Recuerda también que se ha identificado a seis menores como víctimas de los abusos, pero que hay otras chicas a las que el jubilado supuestamente hizo propuestas de carácter sexual a cambio de dinero y regalos.

Durante su declaración, Melchor S. M. admitió que conocía a las denunciantes y que mantuvo encuentros con ellas, pero negó cualquier tipo de abuso. Sin embargo, la versión exculpatoria del presunto agresor con convence al instructor, quien da más credibilidad a los testimonios «congruentes y sin contradicciones» de las menores.

Todas conocían su vivienda

A la hora de pronunciarse sobre la petición de excarcelamiento, la Fiscalía se opuso también sin ambages. Frente a la alegación de la defensa de que la única prueba contra el detenido son las declaraciones de las chicas, el ministerio público recuerda que existen datos periféricos que apuntalarían sus versión incriminatoria. Por ejemplo, dice, el hecho de que todas ellas hayan descrito de forma minuciosa y coincidente el interior de la vivienda del investigado. «Son detalles que de otra forma las menores no podrían conocer, máxime teniendo en cuenta que el encausado y las víctimas vivían en localidades diferentes», apunta.

En cuanto al posible riesgo de fuga, la acusación pública mantiene que es muy alto.Máxime, indica, cuando los hechos por los que se investiga al vecino de Calatorao podrían ser calificados indiciariamente como delitos de abusos sexuales a menores de 16 años;prostitución y corrupción de menores; pornografía y delitos contra la salud pública.

La defensa también hacía referencia en su petición de libertad al actual estado de alarma y al riesgo de contagio de la Covid-19 en prisión. El juez le responde que no es ajeno a los pronunciamientos que existen por diversos organismos e instituciones sobre la posibilidad delimitar la prisión durante la pandemia .En cualquier caso, insiste en la gravedad de los hechos y dice que no está probado que haya más riesgo de contagio en prisión que fuera.

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