zaragoza
De comunidad de vecinos a fábrica de batas caseras
Varios residentes de los números 10 y 12 de la calle Proción, en Valdefierro, dedican sus esfuerzos a la confección de batas hechas con bolsas de basura para entregar a sanitarios de la capital.
En los edificios 10 y 12 de la calle Proción, en el zaragozano barrio de Valdefierro, no dan puntada sin hilo. Solo que en este caso, el hilo ha sido sustituido por el plástico de las bolsas de basura y las puntadas, por sellados con calor. Alrededor de una decena de vecinos de esta zona trabajan sin descanso para confeccionar batas caseras y suplir la falta de material que algunos sanitarios están denunciando en los centros hospitalarios.
La idea, como en muchos otros casos, surgió de las redes sociales, que durante esta pandemia están sirviendo como altavoz para numerosas iniciativas solidarias. “Mirando Facebook nos encontramos con una chica que pedía batas porque las necesitaban en el hospital”, comenta Carmen Salavera, la vecina que lo inició todo. Después, tan solo hizo falta trasladar la petición al grupo de Whatsapp que comparten con los vecinos, comprar el material y poner en marcha un taller casero de confección del que ya han salido medio millar de batas.
“Para el Hospital Miguel Servet hemos hecho 410 y ahora tenemos en proyecto otras 150 que casi tenemos listas”, afirma Salavera. El Hospital Clínico ha recibido 60 batas de estos vecinos, pero esperan poder hacerles llegar más en los próximos días.
Como si de una producción en cadena se tratase, una vecina se encarga de comprar el material, y el resto de elaborar las batas. El diseño, sacado de un vídeo de Facebook en el que una enfermera explica cómo montarlas, también ha ido mejorando con el paso de los días. “Ahora las hacemos con mangas, con bolsas de basura moradas, que son las pequeñas”, explica la vecina. Para el resto del cuerpo utilizan un saco de 100 litros cuyas asas se atan a modo de cinturón. “Como soy peluquera uso la plancha del pelo y el secador para pegarlas”, añade. Y parece que el método funciona, porque ya han recibido nuevos encargos. “En el Miguel Servet nos pidieron si podíamos hacerles más”, afirma orgullosa.
Para este grupo de vecinos del Valdefierro, confeccionar estas batas es, además de una manera de ayudar, una forma de distraerse durante estos días de confinamiento. “Es poner nuestro granito de arena, colaborar y entretenernos todos ahora que nos relacionamos más con la vecindad”, señala.
Un bingo benéfico para aumentar la producción
En estas dos comunidades de vecinos, como ha ocurrido en tantas otras a lo largo del país, también se las han ingeniado para jugar al bingo con los residentes más cercanos. Aunque el bingo que celebraron el domingo por la mañana fue un tanto especial, ya que tenía como objetivo recaudar fondos para seguir comprando material.
Un residente elaboró los cartones que posteriormente fue repartiendo por los rellanos, y recogiendo las aportaciones -50 céntimos por cartón- que los vecinos dejaron en sus puertas.
En total, los vecinos han invertido alrededor de 11 euros por cabeza. “Pusimos dos tandas de 3 euros cada una y el domingo otros 5 euros. No supone gran cosa”, asegura Salavera, que estos días ha tenido que cerrar la persiana del local en el que trabaja en la calle Bolivia. Ella lo lleva “bien”, aunque reconoce que pasar de estar todo el día fuera de casa a estar confinados supone un gran cambio.
A pesar de ello, los ánimos no flaquean, y tanto Carmen como el resto de sus vecinos seguirán trabajando para facilitar la labor diaria de centenares de sanitarios en Zaragoza.
