coronavirus

"Vienen momentos muy difíciles. La solidaridad es la única arma que tenemos"

Distintos vecinos de Zaragoza han puesto en marcha iniciativas para ayudar a los demás a hacer recados, cuidar niños, etc.

Los carteles de voluntarios aparecen en las comunidades de vecinos.
Los carteles de voluntarios aparecen en las comunidades de vecinos.
C.I.

La sensación de incertidumbre se ha alojado en cada hogar aragonés durante los últimos días, sobre todo desde el anuncio del estado de alarma en España. Hemos vivido el aumento de casos día a día y hemos seguido de cerca lo que ocurría en otras comunidades autónomas así como a nuestros vecinos europeos de la mano de testimonios de aragoneses que están viviendo esta crisis sanitaria desde Italia o Estados Unidos.

También hemos vivido quizás la peor parte de esta crisis, aquella relacionada con el continuo ir y venir de gente a los supermercados con el objetivo de llenar sus despensas a pesar de que se ha garantizado una y otra vez que no se va a producir un desabastecimiento, mientras, del otro lado, hemos visto terrazas repletas con gente disfrutando de un vermut como si no pasara nada. A su vez, las redes sociales se han ido llenando de iniciativas solidarias con música y teatro en directo desde distintos puntos de Aragón, sesiones de DJ, y muchas familias han colgado mensajes de ánimo y arcoíris en sus ventanas con el mismo mensaje: “Todo va a salir bien”.

Mientras que el sábado cientos de familias de la capital aragonesa salían a aplaudir a sus balcones y ventanas a las 22.00 a todas aquellas personas que continúan trabajando en plena crisis del coronavirus, la ciudadanía también ha comenzado a organizarse y a tejer una red de solidaridad con un mensaje claro: esto es cosa de todos.

En muchas comunidades de vecinos de la capital aragonesa han comenzado a aparecer los primeros carteles de personas que se ofrecen a ayudar a quienes, por el motivo que sea, no puedan salir de sus casas. “Si algún vecino/a necesita ayuda para hacer la compra u otras cosas similares que me lo diga”, reza el letrero colocado por Vicente Casanova. Al día siguiente se le sumaría otro: “Para cualquiera que necesite ayuda estos días, para comprar u otra cosa, somos los vecinos del 5ºB a su servicio, pueden llamarnos”. “Estoy teletrabajando y tanto mi hijo como yo nos ponemos a disposición de la gente mayor que pueda estar sola y para la que bajar al súper puede suponer un esfuerzo y un riesgo”, admite Casanova.

Massimo Ingrosso
Massimo Ingrosso
C.I.

También en las redes aparecían los primeros mensajes de ayuda. Es el ejemplo de la historia protagonizada por Massimo Ingrosso (53), nacido en Génova, Italia y vecino en Arcosur aunque vive en la ciudad desde hace más de 30 años. Este jueves, 12 de marzo, sorprendía a sus vecinos con un mensaje en redes sociales. “Cómo se deduce de mi nombre, soy italiano, y por desgracia, a través de mis familiares y amigos conozco de primera mano la evolución de la situación en mi país de origen en relación a la propagación del coronavirus y sus consecuencias dramáticas”, explicaba en este mensaje.

“Quiero que sepáis que las tardes suelo tenerlas libres y que si en algún momento, alguien con movilidad reducida, o que pertenezca a un grupo de riesgo y sea aconsejable que no salga de casa, o simplemente porque lo necesita, pueden contar con mi disponibilidad para pequeñas tareas como ir a realizar sus compras de alimentos o medicamentos si es necesario, o realizar recados que estén a mi alcance”, añadía. En menos de 24 horas más de 350 vecinos del barrio no tardaron en alabar su buena disposición y agradecer este gesto.

Algo que le ha parecido verdaderamente sorprendente. “Hace unas semanas empezó el problema en Italia y desde entonces no hemos hablado de otra cosa, he vivido la evolución como si estuviera allí”, admite. Sin embargo, lo que más le ha calado ha sido la trasformación de la gente a la hora de enfrentarse al problema a lo largo del tiempo: “Al principio no se le daba importancia, lo mismo que aquí. La situación cambiaba cada vez más rápido”.

Cada vez más casos, cada vez más medidas restrictivas y, sin embargo, la ciudadanía no llegó a tomarse las cosas en serio: “Así hasta llegar a la situación actual que atraviesa Italia. Aquí en España ha pasado exactamente la misma actitud que había visto entre mis compatriotas”. A este hecho se une la situación de su familia, ya que su madre forma parte del colectivo vulnerable de personas con múltiples patologías – “un contagio para ella sería letal por lo que permanece en casa, encerrada y sin ver a nadie, solo a mi padre que se hace cargo de ella. Mis hermanos no la ven solo les llevan lo que necesitan”, puntualiza-. Además, conoce el caso de varias personas que fallecieron durante el aislamiento en completa soledad, todo ello le hizo dar el paso.

“Después de lo que se ha vivido en mi país estoy más que convencido de que la única forma de salir de esto es que cada uno hagamos lo que podamos. Vienen momentos muy difíciles para todos. La solidaridad es la única arma que tenemos”, asevera.

¿Qué hacemos con los niños?

Alex Lamata
Alex Lamata
C.I.

Ante el incremento en la demanda de canguros y niñeras en todo Aragón, desde la Asociación ALDEHA han querido aportar su granito de arena organizando varios grupos de voluntarios en la capital aragonesa para tratar de ayudar a familias que no puedan hacerse cargo de sus hijos por motivos laborales o que, en su defecto, no quieran poner en riesgo a sus mayores. “El objetivo es vincularos a través de grupos de Whatsapp por zonas de Zaragoza de manera que facilite la logística y evite grandes desplazamientos”, admite Alex Lamata, fundador de la plataforma.

En las primeras 24 horas desde el lanzamiento de la iniciativa han recibido un total de 63 solicitudes entre personas voluntarias y familias. En concreto 29 familias y 34 voluntarios de todos los barrios, Las Fuentes, Casablanca, Utebo, Almozara, Torrero, Actur, etc. “Nuestras recomendaciones para las personas voluntarias es que tengan presente su Certificado de Delitos Sexuales, un certificado que acredita la carencia de este tipo de delitos, y que pueden solicitar vía on-line o bien presencialmente”, añade Lamata.

Carlos López.
Carlos López.
C.I.

Otro vecino de Zaragoza, Carlos López, trabajador de Correos, se ha anunciado voluntariamente en redes sociales para cuidar niños en la ciudad de manera desinteresada. “Tengo muchos familiares con niños y he empatizado con la situación de aquellas personas que puedan verse en esta situación”, admite el joven que asegura que en estos momentos “tenemos que intentar echar una mano en lo que se pueda”.  

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