infancia
300 niños son atendidos cada año en los centros de día de Aldeas Infantiles de Zaragoza
El espacio que la organización gestiona en el barrio de Delicias, uno de los tres con que cuenta en la capital aragonesa, celebra hoy su primer aniversario coincidiendo con el Día Universal del Niño.
La organización Aldeas Infantiles SOS cuenta en Zaragoza con tres centros de día, dos en el Actur y uno en Delicias, en los que en lo que va de 2019 ya se ha atendido a 275 menores y 196 familias en situación de vulnerabilidad. La entidad ha dado a conocer estos datos, que ponen de relieve las situaciones de riesgo en las que viven menores en la capital de aragonesa, coincidiendo con la conmemoración este 20 de noviembre del Día Universal del Niño. Una fecha en la que cumplen su primer aniversario las instalaciones de las Delicias.
En este primer año de funcionamiento en la calle de Ávila, Aldeas ha ayudado y orientado a 96 niños y 70 familias, el 90% de las cuales han sido derivadas por los servicios sociales. Además, alrededor de una veintena de chavales de entre 5 y 18 años asisten cada día a este centro, que actualmente trabaja con 25 familias. Según explica su director, Miguel Manau, el vínculo generado con los servicios sociales comunitarios de las Delicias ha favorecido "la integración del programa en el barrio y ha dado visibilidad a numerosas situaciones de riesgo".
Este lugar cuenta con un equipo multidisciplinar compuesto por seis profesionales del ámbito socioeducativo que trabaja en red con la comunidad que rodea a los menores, como colegios, centros de salud o terapeutas, además de la Administración. Así, por ejemplo, se mantiene un contacto regular con más de 15 centros de educación primaria y secundaria. Esta "coordinación", subraya Manau, es "clave para desarrollar la labor educativa del programa".
Uno de los proyectos que se ha puesto en marcha en este primer año de vida ha sido 'Espacio de cambio', dirigido a chavales en edad escolar, especialmente adolescentes, que han sido expulsados de los centros educativos a los que asistían. El director del espacio comenta que trabajan con "grupos reducidos" de entre tres y cinco alumnos que llegan cuando son expulsados de sus escuelas y de los que se ocupan tres, cinco o 19 días, que son los periodos de tiempo que se suelen prolongar las expulsiones.
A través de esta iniciativa, los profesionales del centro "fomentan la reflexión y el autocontro,l y les ofrecen herramientas que les ayuden a resolver los conflictos y las situaciones personales que produjeron la expulsión", explican desde la organización. Asimismo, se potencia la implicación tanto de las familias como de los propios colegios e institutos en "ese necesario cambio de actitud".
