El Ayuntamiento de Zaragoza ha modificado la regulación semafórica de la plaza de Paraíso para agilizar el paso de los autobuses urbanos. El damnificado con esta decisión será el tranvía, que por primera vez perderá su prioridad de circulación en la ciudad. Según los cálculos del área de Movilidad, uno de cada cuatro convoyes tendrán que detenerse ante un semáforo en rojo.

Los cambios se han estado probando las últimas semanas, en las que se han analizado los flujos de circulación en la zona, y este lunes se ha presentado oficialmente su puesta en marcha. La concejal de Movilidad, Natalia Chueca, ha explicado que hasta ahora cuando pasaban dos tranvías por la plaza, uno en cada dirección, “las 11 líneas de autobús, los taxis y el resto de vehículos tenían el semáforo en rojo hasta el 70% del tiempo”.

“Hemos hecho pruebas para mejorar la circulación del bus sin dañar excesivamente la velocidad comercial del tranvía”, ha detallado Chueca, que ha asegurado que finalmente han encontrado un “equilibrio”. En concreto, el primer tranvía en llegar al cruce de Paraíso mantendrá su prioridad como hasta ahora, pero el segundo se tendrá que detener ante un semáforo en rojo.

Con esta decisión, “los buses mejorarán su velocidad comercial hasta un 10% sin dañar la del tranvía, que se mantendrá por encima de los 19 km/h”, ha asegurado Chueca. Respecto al tiempo de espera de los convoyes, el jefe de Movilidad Urbana del Ayuntamiento, Santiago Rubio, ha comentado que “varía en función de la regulación de cada momento, pero no les penalizará de forma relevante”.

De momento la medida se aplicará durante todo el día, y tiene su mayor incidencia en las horas punta, cuando el tranvía pasa cada 5 minutos. Sin embargo, Rubio ha reconocido que “es probable” que finalmente se vuelva a la situación anterior a partir de las 21.00, cuando la intensidad del tráfico es menor.

Semáforo para buses y taxis

Por otro lado, el área de Movilidad ha instalado en el paseo de la Constitución, en sentido a la plaza de Paraíso, un semáforo específico para buses y taxis, el primero de estas características de la ciudad. Su objetivo es permitir al transporte público adelantar su salida respecto al resto de vehículos y tener más tiempo y espacio para ubicarse en el carril más apropiado para afrontar el citado cruce.