Plaza, el estadio, la financiación y el sellado del vertedero marcarán la agenda

Las relaciones entre la DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza entran en un nuevo tiempo. Y la agenda política e institucional va a empezar a cambiar poco a poco. No solo por la reforma del campo de fútbol, que por primera vez se coloca en la vía del acuerdo de las dos administraciones, sino porque en la mesa de negociación estarán algunos de los proyectos estratégicos de Aragón para los próximos años.

Uno de ellos es la ampliación de Plaza, un asunto pendiente y para el que el Gobierno de Aragón quiere la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza en materia urbanística. El anterior gobierno municipal de ZEC fue reacio a este proyecto y la DGA no quiere tensiones con el Consistorio que puedan dificultar la atracción de empresas. La Terminal Marítima de Zaragoza o Mercazaragoza, por la importancia que tienen en materia logística y del sector agroalimentario, son también de vital importancia para las dos administraciones.

El Consistorio tiene cuestiones relevantes que resolver con la DGA. Las dos instituciones saben que el conflicto por la deuda del tranvía lo resolverán los tribunales y que las tensiones por el cobro del Impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA) perderán fuelle tras la salida de ZEC del gobierno local y la entrada de Podemos en el regional. Pero sigue pendiente un convenio económico financiero que actualice las aportaciones autonómicas a Zaragoza, en concepto de capitalidad y competencias impropias, sobre todo en materia social.

El sellado del vertedero de Torrecilla será otro de los asuntos cruciales, dado que el Gobierno de Aragón tenía que haber aportado 11,3 millones entre 2016 y 2018, pero no ha puesto nada. Es una cuestión clave para el Ayuntamiento, dado que se expone a sanciones de la UE a partir de 2020. El Ayuntamiento y la DGA también quiere acuerdos en materia de vivienda y movilidad.

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