Delegación advierte de que algunas acciones vecinales pueden ser «un arma de doble filo»

El subdelegado del Gobierno en Zaragoza, José Abadía, hizo este lunes un «llamamiento a la calma» ante las reacciones vecinales por el incremento de delitos en algunas de las zonas más conflictivas de Zaragoza, y recordó que el control de la seguridad es una competencia policial y «no cabe ninguna otra alternativa particular». Lo dijo un día después de que los vecinos del barrio Oliver, uno de los más castigados por los robos violentos, decidieran recorrer sus calles para señalar los focos de conflicto.

En este sentido, Abadía advirtió de que «determinadas acciones se pueden convertir en un arma de doble filo para esos particulares». El subdelegado insistió en que «el problema está diagnosticado», recordó que inciden otras variables, como las «sociales, urbanísticas o de limpieza», y defendió las cifras de detenidos y de resolución de casos. «Los datos nos siguen manteniendo como una ciudad segura. Hay unos picos pero hay reacción organizativa y con resultados», comentó en un acto institucional en Zaragoza. «Sería más crítico si el pico solo estuviera en la comisión, y no en la resolución», apuntó.

Flexibilidad durante las fiestas

Por otro lado, el subdelegado del Gobierno también hizo un llamamiento para que la ciudadanía y las instituciones sean «corresponsables» y transmitan una imagen «segura y moderna» durante las fiestas del Pilar. Abadía destacó la importancia de «analizar los riesgos» de una cita en la que la capital aragonesa dispara su población y «poner los recursos» adecuados.

«En las fiestas vamos a tener distintos lugares fijos, como la plaza del Pilar o el Espacio Zity, pero otros son esporádicos y debemos tener capacidad de adaptación para proteger a los ciudadanos y que el desarrollo sea seguro». Mañana tendrá lugar la próxima Junta Local de Seguridad en la que se seguirá coordinando el dispositivo de este año, previsiblemente ya con el programa definitivo encima de la mesa.