Un detenido y un intento de robo en otra agitada madrugada

Los vecinos del entorno de la calle de Pignatelli tuvieron que recurrir de nuevo a la Policía Nacional durante la madrugada de este martes.

Imagen de archivo de un coche patrulla de la Policía Nacional.
La Policía Nacional se hizo cargo de los casos.
R. G.

Los vecinos del entorno de la calle de Pignatelli tuvieron que recurrir de nuevo a la Policía Nacional durante la madrugada de este martes, primero por un caso de violencia doméstica y más tarde por un robo frustrado en una vivienda. Ya por la mañana, las patrullas del 091 regresaron al edificio okupa ubicado en el número 26 de la calle de Agustina de Aragón. Los agentes volvieron a identificar dentro a varios veinteañeros, pero no practicaron ningún arresto.

Según fuentes de la Jefatura Superior, fue en torno a las 2.30 cuando varios residentes del principio de la calle de Agustina de Aragón alertaron a la Policía de los gritos que salían de un bloque de pisos de la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda. Cuando llegaron los agentes, vieron que se había producido una fuerte discusión entre una pareja –parece que ella llevaba golpes y había vajilla rota por el suelo– y acabaron llevándose detenido al hombre.

Pero no acabó ahí la bronca, porque cuando se marchó la Policía la mujer supuestamente agredida (que no llegó a denunciar a su compañero) salió a la calle y empezó a insultar a gritos a los vecinos por haber alertado al 091 y a llamar a timbres del portal. Los residentes se vieron obligados a avisar otra vez al 091, pero, cuando llegaron las patrullas, la vecina ya se había ido.

Según algunos de los inquilinos del edificio donde se detuvo al hombre, no es la primera vez que se producen altercados en su vivienda. Es más, el arrestado ya fue denunciado en su día por amenazar a una vecina que le llamó la atención.

Intentaban subir la persiana

Sobre las 3.50, la Policía recibía otra llamada comunicando un intento de robo en otro inmueble de la calle de Miguel de Ara. Según explicó el inquilino del bajo, estaba durmiendo cuando oyó que levantaban la persiana de la ventana del dormitorio. El hombre encendió las luces y dio alguna voz, lo que parece que sirvió para disuadir al o los asaltantes. En cualquier caso, contactó con el 091, que envió allí a varios agentes. Según fuentes oficiales, estos inspeccionaron la zona, pero no llegaron a identificar ni detener a nadie.

Tras una agitada madrugada, los problemas volvieron a trasladarse por la mañana al número 26 de la calle de Agustina de Aragón, edificio okupa donde pasaron la noche media docena de chavales extranjeros. Desde el colectivo Calles Dignas llevan tiempo denunciando que este lugar se ha convertido en refugio de jóvenes delincuentes que trafican y cometen asaltos tanto en el Casco Histórico, como en otras zonas de ocio de la ciudad. De ahí que la Policía Nacional acuda allí con cierta frecuencia para identificar a sus ocupantes y comprobar si tienen material robado.

La patrulla que inspeccionó este martes el inmueble no encontró nada sospechoso, pero volvió a identificar a varios okupas, de lo que informó otra vez al juzgado.

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