Zaragoza

Las piscinas públicas más deterioradas pierden hasta un tercio del agua cada día por fugas

Los casos más preocupantes se registraban en la Hípica y Casetas, que este año se reformarán por completo.

La piscina de Salduba, en la imagen, es una de las más antiguas de la capital aragonesa
La piscina de Salduba, en la imagen, es una de las más antiguas de la capital aragonesa
Francisco Jiménez

Algunas de las piscinas municipales más deterioradas de Zaragoza pierden cada día hasta un tercio de su agua por culpa de las fugas y de daños estructurales. Así ocurría, por ejemplo, en la Hípica, que este verano permanecerá cerrada para reformarla de arriba abajo y acabar así con una sangría de más de 130.000 litros que se escapaban cada jornada de actividad. O en la de Casetas –su rehabilitación está prevista para este invierno–, donde los técnicos del área de Deportes advertían de hasta 225.000 litros diarios.

En el caso de las instalaciones de la Gran Vía, se perdía cada día un 30% de su agua, cuando el Gobierno de Aragón recomienda que se renueve el 5%, aunque hasta un 10% se considera aceptable. En Casetas, la pérdida porcentual no parece tan abultada (15%), pero dada sus grandes dimensiones, con 1,5 millones de litros de capacidad, suponía un importante daño económico y medioambiental.

En cualquier caso, estas dos obras no acabarán con el problema que, aunque en menor medida, está presente en buena parte de la red de piscinas municipales, muchas con décadas de actividad a las espaldas y a la espera de una reforma que las actualice. El último concejal de Deportes, Pablo Híjar, advirtió antes de su marcha de que «queda mucho por hacer» en este sentido, y que la inversión en las instalaciones municipales se debería «mantener los próximos 15 o 20 años».

Desde la oposición en la última corporación –y ahora en el nuevo gobierno municipal–, el concejal del PP Ángel Lorén insistió en el lastre que suponen las fugas de agua de las piscinas públicas, en la necesidad de actuaciones urgentes como la de Casetas, y en la importancia de contar con datos exactos de cuántos litros pierde cada instalación y cuál es su coste. Desde el Ayuntamiento de Zaragoza reconocen que no existe dicho registro, pero que el agua es uno de los principales gastos que hacen al servicio deficitario.

6 millones de déficit al año

Lo que sí se sabe es que el balance entre los ingresos y los gastos de las piscinas arroja unas pérdidas de 6 millones de euros anuales. La venta de entradas apenas cubre el 20% del coste del servicio, y haría falta subir el pase de día de 4 a 10 euros para ser económicamente sostenibles. No obstante, desde el Consistorio se entiende que este es uno de los recursos mejor valorados y más utilizados por la ciudadanía, con un amplio despliegue territorial –hay una piscina pública por cada 5.600 ciudadanos, mientras que el Consejo Superior de Deportes recomienda una por cada 27.679 habitantes–, por lo que conseguir el superávit no es el objetivo.

La venta de entradas apenas cubre el 20% del coste del servicio

Sin embargo, y pese a que estos últimos años se han ido aplicando medidas de eficiencia, el nuevo gobierno municipal deberá hacer frente a más reformas integrales, no solo para evitar el coste económico, también para reducir las afecciones medioambientales. Por ejemplo, y más allá del propio despilfarro de agua, las fugas que sufren las instalaciones municipales en los últimos años son «muy perjudiciales» para el arbolado de su entorno, según fuentes municipales.

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