El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado este martes una modificación del plan de reducción de deuda para llegar al final de 2019 con un endeudamiento por debajo del límite legal del 110 por ciento, después de que Hacienda imputara como deuda los 189 millones de la línea 1 de tranvía.

El gobierno de ZEC ha llevado al pleno municipal su propuesta de reajuste del plan de reducción de deuda con el que pretende aumentar en 21,1 millones de euros la cifra de amortización prevista para este año. De esta forma, se abonarían a los bancos un total de 78,4 millones, lo que permitiría a la ciudad cumplir con el límite legal de endeudamiento que marca Hacienda y así optar a la financiación estatal necesaria para hacer frente a las numerosas sentencias condenatorias pendientes. Con el respaldo del resto de grupos de la izquierda a la propuesta del concejal de Economía, Fernando Rivarés, el pleno ha dado luz verde a las nuevas cuentas.

La reclamación que hace FCC por la revisión de precios en la contrata de limpieza, que ya ha sido avalada en los juzgados, ha obligado al gobierno municipal a hacer números para cuadrar las cuentas. En concreto, el Tribunal Supremo le ha dado la razón a la empresa en tres sentencias relativas al periodo comprendido entre 2009 y 2013, lo que supone un montante de en torno a 18 millones de euros más intereses de demora. De esa cantidad quedaría pendiente de abonar unos diez millones.

Para hacer frente a tal desembolso, Rivarés descartó la posibilidad de aprobar un nuevo plan de ajuste de reducción de deuda, pero sí apostó por “reajustar” el que ahora está vigente. El objetivo es conseguir llegar al mes de diciembre con un nivel de deuda municipal del 109,9%, un punto por debajo del límite legal.

Gracias al remanente

La decisión del Ministerio de Hacienda de computar en la contabilidad municipal los 188,8 millones de euros de pasivo que arrastra el contrato del tranvía hizo que Zaragoza saltara de dicho límite. Y aunque el Ayuntamiento rechaza que tenga que asumir en sus cuentas esa cuantía, no le ha quedado otra que asumir su nivel de deuda y tomar cartas en el asunto, ya que incumplir este parámetro impide a la ciudad pedir préstamos bancarios o acogerse al Fondo de Impulso Económico (FIE), que precisamente es el principal recurso de los municipios para pagar sentencias condenatorias pendientes.

Para salvar esta traba y bajar el nivel de endeudamiento del 110% que marca Hacienda se prevé la mayor amortización de deuda en un solo año. En concreto, si ZEC obtiene el respaldo del pleno, se prevé sumar una amortización extraordinaria de 21,1 millones de euros a los 57,3 que estaba previsto devolver a los bancos por los diferentes créditos contraídos por el Ayuntamiento.

Tal montante se obtendrá –como consecuencia de la baja ejecución presupuestaria de la inversión del año pasado–, de los 25,6 millones de remanente de tesorería, mientras que el resto, 4,5 millones de euros, servirá para abonar la denominadas ‘facturas en los cajones’ de 2018.

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