tribunales en zaragoza

Prisión por acceder al ‘email’ de su mujer para espiar su estrategia de divorcio

La juez impone a un farmacéutico de Zaragoza un año y dos meses de cárcel como autor de un delito de revelación de secretos.

El acusado, durante otro juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza por el que también fue condenado a cinco años y medio de cárcel.
El acusado, durante otro juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza por el que también fue condenado a cinco años y medio de cárcel.
Guillermo Mestre

Una jueza ha condenado al zaragozano Félix G. B. a un año y dos meses de prisión, así como a una multa de 3.360 euros, por un delito de revelación de secretos. En concreto, por acceder sin permiso a la cuenta de correo electrónico de su esposa para revisar sus mensajes y espiar su estrategia de divorcio. Como explica la magistrada en su sentencia, el encausado conocía la contraseña de la denunciante, circunstancia de la que se aprovechó para colarse varias veces en su ‘email’. 

No es la primera condena que recae sobre este hombre por una querella de su exesposa, con la que tuvo un proceso de separación bastante conflictivo en 2016. De hecho, la Audiencia Provincial le impuso el pasado mes de marzo una pena de cinco años y medio de cárcel y una multa de 1.800 euros por dilapidar las ganancias que proporcionaba su boyante farmacia con la intención de arruinar a su exmujer.

El tribunal lo consideró entonces autor de un delito de insolvencia punible y otro de apropiación indebida y le ordenó indemnizar a su suegro con 150.207 euros (procedentes de un préstamo que no devolvió) y con 82.161 a Ibercaja Leasing por un Porsche Panamera que financió al acusado y que este vendió sin haber pagado las cuotas.

Dejó una pista en la farmacia

A la hora de acusar a Félix G. B. de un delito de revelación de secretos, su entonces mujer se basó en pruebas que consideró irrefutables y a las que la magistrada suplente del Juzgado de lo Penal 8 ha dado el mismo valor. Por ejemplo, una copia de un escrito que su abogada le remitió por correo electrónico sobre el proceso de divorcio y que la querellante halló un día en la farmacia que el matrimonio regentaba con anotaciones manuscritas del acusado. Además, los informes informáticos confirman que los accesos a la cuenta de la mujer se hicieron a través de 'IPs' de las que era titular el encausado. 

Algunos de las conexiones al 'email' de la denunciante se hicieron desde Marruecos, país en el que esta no había estado y en el que sí lo había hecho su exmarido. Pese a ellos, él siempre negó ser la persona que se había colado en la cuenta de correo electrónico.

La sentencia está recurrida ante la Audiencia Provincial, que todavía no se ha pronunciado al respecto. La defensa considera que la condena se basa únicamente en el testimonio de la querellante, cuando la conflictiva separación entre la pareja debería, a su juicio, hacer albergar dudas a la magistrada sobre la credibilidad de la mujer

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