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Usa la tarjeta del compañero de piso para gastarse 3.125 € en apuestas de juego por internet
El acusado, que efectuó 62 cargos en 23 días, ha sido condenado a un año de cárcel por un delito continuado de estafa
Un joven ha sido condenado a un año de cárcel y a devolver los 3.125 euros, más los intereses legales, que se gastó en apuestas de juego por internet a costa de la tarjeta de crédito de un compañero de piso. El acusado hizo 62 cargos en 23 días en la cuenta de la víctima, que denunció los hechos ante la Policía Nacional.
El juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza lo condenó como autor de un delito continuado de estafa y absolvió a otro coacusado del mismo delito por falta de pruebas. La sentencia fue recurrida ante la Audiencia Provincial y ahora ha sido confirmada íntegramente.
El fallo declaró probado que el acusado, actuando con el propósito de enriquecerse a costa del patrimonio ajeno, fotografió la tarjeta de uno de sus compañeros de piso aprovechando que tenía acceso a sus pertenencias personales y utilizó sus datos en cuentas de juego ‘on line’ creadas con cuatro nombres distintos. Así, entre el 3 y el 26 de junio de 2017 efectuó 62 cargos, y también recibió fondos de apuestas ganadas en cuentas a su nombre.
Durante la vista oral quedó probado que el encausado vivía en el mismo domicilio que el denunciante y que tenía acceso a su habitación donde guardaba la tarjeta de crédito. Dos personas que testificaron en el juicio –una de ellos novia del encausado que luego resultó absuelto– dijeron que vieron una fotografía de la tarjeta de crédito de la víctima en el teléfono móvil del acusado. Otro testigo indicó igualmente que le comentó que había hecho apuestas utilizando una tarjeta de un "señor mayor", refiriéndose al denunciante.
El imputado manifestó en el juicio que tenía conocimientos de informática porque había estudiado un grado medio de esta materia y que le había creado una cuenta a la persona que se sentó en el banquillo con él para que pudiera apostar.
Aunque el condenado recurrió el fallo alegando que se habían valorado erróneamente las pruebas, el tribunal considera todos los indicios llevan al convencimiento de que es el autor de la estafa, ya que sabía cómo crear una cuenta a nombre de otra persona, tenía acceso a las cuentas de la aplicación del juego de otros dos usuarios, conocía la numeración bancaria de la víctima y le contó a un testigo que estaba usando una tarjeta ajena.
Además, todos los beneficios fueron a parar a su cuenta. Por todo ello, confirma la condena a un año de cárcel, a indemnizar al banco que ya resarció al propietario de la tarjeta copiada.
Durante el pasado año se hicieron apuestas deportivas en Aragón por valor de 62 millones de euros, una cifra muy similar a 2017 pero que refleja un significativo aumento de este tipo de juego, sobre todo si se tiene en cuenta que hace nueve años la cantidad invertida era diez veces menor (6,4 millones).
