La zaragozana Lorena Fernández, gerente del quiosco El Jardín de Jorge, vivió este domingo uno de los días más "emocionantes" de su trayectoria empresarial al frente de este pequeño negocio que da vida al parque Tío Jorge. El Ayuntamiento de Zaragoza, a través de la Junta Municipal El Rabal y de la Asociación de Vecinos del barrio, rindió homenaje este domingo a sus cinco años de andadura y le hizo entrega de una placa conmemorativa en la que reconoce su labor empresarial y "buen hacer" en esta zona de la margen izquierda.

"Ha sido una de las sorpresas más bonitas que me han dado porque estaba la terraza llena y el quiosco recién abierto. Dimos un concierto a la hora del vermú para inaugurar la temporada y fue en ese momento cuando nos entregaron el premio. Lloré y todo", confiesa entusiasmada Lorena, quien cumple esta primavera cinco años al frente de un negocio que ha mantenido el tipo incluso en situaciones adversas. Así lo indica el propio Rafael Tejedor, presidente de la Asociación de Vecinos Tío Jorge, quien recuerda que la temporada pasada el quiosco tuvo que lidiar con el cierre del parque en varias ocasiones por tormentas e inundaciones.

"A nivel empresarial, fue un año complicado para el negocio. El parque estuvo cerrado dos veces y ella mantuvo las nóminas de sus trabajadores sin tener ingresos. Cuando una empresa, teniendo opción de despedir a los empleados por fuerza mayor, mantiene los salarios pagándoles de su bolsillo para que no les afecte, consideramos que es un esfuerzo digno de admirar, más allá del trabajo que hace por revitalizar este barrio", destaca Tejedor, quien le entregó este domingo una placa homenaje en la que aparece Gengis Kan, la mascota del local y símbolo ya de este negocio 'Dog Friendly'.

Premio para el quiosco del Tío Jorge

El Tío Jorge, 'un parque para la igualdad'

El reconocimiento a este negocio forma parte de la iniciativa 'Tío Jorge, un parque para la igualdad', que ha sido impulsada por la asociación de vecinos del Arrabal con el objetivo de poner en valor este pulmón de la margen izquierda de Zaragoza. "Queremos promocionar las actividades y conciertos que se hacen al aire libre para que el parque no solo sea un espacio verde, sino también un espacio de convivencia. El domingo arrancamos el programa con la entrega de este diploma, pero la idea es que pasen cosas en el parque cada dos o tres semanas", adelanta Tejedor, quien destaca en este sentido la "actitud positiva" que ha tenido el quiosco desde su puesta en marcha hace cinco años. "La apertura del Jardín de Jorge ha contribuido a revitalizar el entorno con conciertos y actividades. Ha traído nuevos públicos al parque y desde luego su labor es digna de admirar", subraya este vecino del Arrabal.

Para Lorena, quien a pesar de las circunstancias adversas del pasado verano ha duplicado el número de trabajadores en plantilla, este premio supone un "revulsivo" para seguir trabajando con la misma ilusión que ha puesto en el negocio desde sus comienzos. "A lo largo de estos años hemos ido creciendo con el bar. Cuando coges algo así no sabes cómo va a ir, pero luego cada año vas mejorando. Empezamos dos trabajadores y ahora estamos cuatro, y también hemos aumentado la programación de conciertos y actividades para niños en los meses que estamos abiertos", explica Lorena, quien se muestra "muy agradecida" con esa clientela fiel que de año en año se deja ver por su establecimiento en cuanto empieza a mover persianas. "Trabajar lógicamente todos trabajamos por dinero, pero cuando estás en algo que te gusta y aun encima la gente te lo agradece, la recompensa es mucho mayor", recalca ilusionada.

"Estamos encantados con el quiosco del parque Tío Jorge"