Pinilla: "La política fue siempre mi vocación y no me dediqué a ella para forrarme"
A la conclusión ayer del juicio de La Muela, la exalcaldesa y principal encausada María Victoria Pinilla hizo uso de su derecho a la última palabra para insistir en que dedicó todo su tiempo "a buscar el crecimiento y la mejora del pueblo".

Como se preveía, a la conclusión del juicio, María Victoria Pinilla hizo ayer uso de su derecho a la última palabra para dirigirse al tribunal y poner voz a algunos de sus pensamientos. "Quiero agradecer el exquisito trato y amabilidad dispensado por este tribunal a cuantos hemos comparecido en esta ingrata condición de acusados", comenzó diciendo la exalcaldesa de La Muela, quien también dio las gracias a su abogado de oficio, Santiago Palazón, por las "montañas de horas" que ha dedicado a su defensa.
"Espero que habiendo tenido ahora la oportunidad de declarar, que en su día se me negó, haya contribuido a aclarar que, con errores y con aciertos, siempre he dedicado mis esfuerzos y prácticamente todo mi tiempo a buscar el crecimiento y la mejora de mi pueblo", manifestó Pinilla. "Mi preocupación fue siempre que las cosas se hiciesen bien y, desde luego, legalmente", añadió,
La exalcaldesa de La Muela volvió a lamentar que este caso terminara salpicando a sus hijos. "Que es lo que más me apena dijo, porque ningún cargo ni participación tenían en la vida pública de La Muela". Y aún nadie ha podido contestarme por qué ordenaron pinchar sus teléfonos desde el minuto uno".
María Victoria Pinilla negó que tras su acceso a la alcaldía hubiera un interés espurio. "La política fue mi vocación. Y la política es para mí servir. No me dediqué a ella para ejercer corruptelas ni para forrarme. Lo cierto es que, mucho antes de acceder a la alcaldía, ya llevábamos todos en mi familia años trabajando, explotando tierras, ganadería, percibiendo ingresos por alquileres "
La exregidora no negó haberse beneficiado del bum urbanístico que experimentó su pueblo, "pero como todos los vecinos o la mayoría". "Tuvimos la ocasión de vender terrenos, de arrendarlos para la instalación de aerogeneradores y de tener unos ingresos más que suficientes para poder hacer viajes o comprar una casita en la playa", explicó Por último, Pinilla lamentó el haberse visto obligada a pasar "9 años, 11 meses, 3 días y 10 horas" bajo la sombra de la sospecha.