Los vecinos de Utebo, Casetas y Garrapinillos piden soluciones ante el enésimo corte de agua

Critican la falta de alternativas y el escaso alcance de los camiones cisterna en los barrios rurales. La reparación de la tubería debería permitir que recuperen el suministro a lo largo del día de hoy.

Dos vecinas de Utebo, cargadas de agua embotellada.
Dos vecinas de Utebo, cargadas de agua embotellada.
Francisco Jiménez

Los vecinos del eje de la carretera de Logroño se están acostumbrando a la engorrosa rutina de las garrafas de agua, los camiones cisterna y la cubertería de plástico. Más de 30.000 vecinos de Utebo, Casetas y Garrapinillos, así como de las urbanizaciones y polígonos industriales de su entorno, se quedaron ayer sin agua corriente debido a un nuevo reventón en la enorme tubería que les suministra. Así seguirán hasta hoy por la tarde, si se cumplen las previsiones. En total serían 34 horas sin suministro, todo un trastorno para los vecinos y un perjuicio económico para cientos de comerciantes y empresarios.

Los residentes de la zona, y sus alcaldes, piden una solución. Estos tres núcleos urbanos se abastecen con una vieja macrotubería de 750 milímetros de diámetro que llega directamente desde los depósitos municipales de Zaragoza en Vía Hispanidad. En muchos tramos no hay alternativa –los conocidos ‘bypass’, que permiten desviar el suministro–, por lo que si el conducto sufre un contratiempo, el agua tiene que dejar de correr.

Miguel Dalmau, alcalde de Utebo, recordó ayer que a su localidad "le obligaron" a recibir el agua de Zaragoza "porque se hacía la tubería a Casetas –que es barrio rural–". Ha estado varias veces en la Confederación Hidrográfica del Ebro para ver qué alternativas hay, pero sin éxito. Ayer puso a trabajar a los ingenieros municipales para estudiar las posibles opciones. "Queremos ser más autónomos con el suministro de agua", señaló.

Mariano Blasco, su homólogo del barrio rural de Garrapinillos, apuntó que las soluciones son "complicadas" porque "no se puede saber por dónde se va a romper la tubería para preparar un ‘bypass’". No obstante, pidió que haya un protocolo más elaborado para estos casos. "Tenemos una cuba para Casetas y Garrapinillos, y así no se llega. Además, nosotros tenemos varias barriadas y residencias de mayores que quedan lejos del lugar donde se pone el camión cisterna", advirtió. Por eso, ayer por la tarde trató de garantizar que el vehículo pasara hoy en algún momento también por estas zonas.

Lo mismo pasaba ayer en Casetas. Concepción Verón, vecina de la urbanización Alameda, decía que era "una vergüenza" que el camión cisterna no pasara por allí, ya que tenía que andar "más de 15 minutos" hasta la plaza del Castillo, más otros tantos de vuelta... y cargada de garrafas. Su queja parece que ha sido escuchada, ya que se espera que la cuba pare hoy en su barrio.

Ayer, no obstante, los camiones cisterna del Ayuntamiento de Zaragoza que abastecieron a Casetas y Garrapinillos, así como los depósitos que colocó el Ayuntamiento de Utebo, no tuvieron demasiado trabajo, especialmente por la mañana. Los vecinos habían llenado la jornada anterior garrafas, cubos y pozales, por lo que pudieron aguantar con ellos buena parte del día. Se espera que hoy haya más actividad en torno a los depósitos, que en Utebo rellenan los bomberos de la DPZ. En ambos casos, se trata de agua no recomendada para beber.

Vecinos y comerciantes confían en que, al menos, la reparación de la rotura se agilice y recuperen el suministro lo antes posible... hasta que el siguiente reventón vuelva a hacer de las suyas.

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