En la actualidad, la comparsa del zaragozano barrio de Arcosur está formada por 16 cabezudos: el mexicano, pirata, francés, tuerto, vasco, payaso de pico, bombín, el arquero, el alguacil, la bruja, la forana, la rata, el baturro, el morico, el diablo y el berrugón. Este año, como se viene haciendo desde su creación, se estrenará uno nuevo el 15 de junio con motivo de las fiestas del barrio.

“Los personajes los sometemos a votación vecinal y es la gente la que elige las nuevas incorporaciones”, explica Jesús de las Muelas, vecino del barrio desde hace seis años, fundador y actual presidente de la comparsa. A sus 31 años se declara un fan incondicional de esta tradición popular. “En cuanto colgué, en 2017, un par de anuncios buscando gente para formar parte de ella, los vecinos se volcaron”, recuerda.

Y aunque actualmente puede que sea una de las comparsas más numerosas de la ciudad, formada, en el caso de la sección adulta por 40 personas y más de un centenar en la infantil, aseguran que quieren llegar a todos los vecinos del barrio. “Somos casi 7.000 vecinos, y aunque es un barrio muy participativo queremos que realmente sea la comparsa de todos”, añade, al tiempo que afirma que es una actividad que sirve para cohesionar al vecindario y conocerse, “algo muy necesario en un barrio desierto como éste”.

El zaragozano detalla que, en sus últimas salidas, han logrado reunir a más de 2.500 personas en sus recorridos. “Considero que es una actividad que da mucha publicidad, gusta mucho a todo el mundo, sobre todo a los más pequeños, y es un reclamo para otros barrios”, puntualiza de las Muelas. Pero ¿cuáles son los requisitos para convertirse en un cabezudo?, su presidente asegura que con motivación y ganas es suficiente: “Si quieres llevar un cabezudo tienes que estar en una forma física que te permita ponerte una cabeza de unos 15 kilos y correr con ella, y si no, siempre puedes hacer otras labores en el grupo”.

En la actualidad, la comparsa para adultos cuenta con vecinos de Arcosur de 19 a 46 años, ya que, por el momento, su acceso está limitado a personas residentes en el barrio, a pesar de contar con una lista de espera de más de 300 solicitudes llegadas de toda la ciudad. En el caso de la comparsa infantil, donde encontramos niños de 6 a 10 años, pueden acceder menores de cualquier punto. “La única diferencia es que los niños tienen que traer su propio cabezudo, ya sea un disfraz comprado o una manualidad”, indica el presidente.

Otra de sus peculiaridades es que se trata de un grupo autosuficiente y que cubre sus gastos gracias a patrocinios privados y el apoyo de la Asociación de Vecinos de Arcosur. “También realizamos actividades para recaudar fondos, como vender calendarios y ahora una colección de muñecos que nos ha diseñado una vecina de San José y que, nada más lanzarla, ha sido un éxito”, recalca. En las últimas semanas han recibido más de 1.000 reservas de alguna de estas piezas que tienen un precio de 7 euros la unidad.

Uno de los personajes más aclamados en sus recorridos por las calles del barrio es, precisamente, el arquero. Un personaje que representa a los vecinos del barrio y único en todo el mundo. “Cuando lo pedimos solicitamos la exclusividad así que nadie puede hacer otro sin nuestro permiso”, asegura.

Como pocas en la ciudad

“Para el barrio de Arcosur contar con una comparsa tan activa supone todo un orgullo ya que, en tan solo dos años, se ha convertido en una de las actividades más importantes para nuestros vecinos”, indica Raúl Chueca, presidente de la AVV de Arcosur. Precisamente por eso, la asociación decidió otorgarles el premio Arquero del año en 2018, “por el papel que llevan a cabo, su carácter novedoso y su capacidad de autogestión. Nos sentimos muy afortunados de tener una comparsa como pocas en la ciudad”, concluye.

El pasado 2 de enero, en el perfil de Facebook de ‘Cabezudos Arcosur’ publicaban el siguiente anuncio: “Buscamos vecinos para entrar en la comparsa del barrio de Arcosur. Queremos aumentar el número de vecinos”. Un llamamiento cuya respuesta, nos cuentan, no se hizo esperar. Tan solo dos días después, entraban a formar parte de la comparsa cuatro nuevos vecinos, David Piqueras, Carlos Martínez, Juan José Herrera y Patricia Pimentel.

“Estoy muy nervioso, tengo ganas de dar lo mejor de mí, alegrar a los niños y fabricar mi primer látigo oficial”, bromea David Piqueras, que llegó a la comparsa gracias a un amigo de la comparsa. “Para mí es una alegría y una oportunidad”, añade. Por su parte, Pimentel es la primera mujer del grupo -aunque existe otra que hace las veces de fotógrafa- que se alista en el equipo. “La idea es que sigan sumándose más mujeres hasta poder sacar los cabezudos un día solo las chicas del barrio”, asegura.

“Este barrio tiene algo especial. La gente es muy cercana, joven y con muchas ganas de realizar proyectos. Es una manera de colaborar haciendo piña y de paso hacer disfrutar a los niños, que aquí hay muchos”, concluye la vecina.