Torrecilla de Valmadrid apuesta por la accesibilidad del edificio municipal

El único edificio municipal con el que cuenta el barrio rural de Torrecilla de Valmadrid está siendo adaptado para mejorar la accesibilidad de las personas con movilidad reducida. Las obras, que avanzan a buen ritmo, son posibles gracias a una propuesta de los presupuestos participativos de 2018 en convenio con la DPZ.

El edifico, situado en la calle Paradero, alberga la alcaldía, una zona destinada a biblioteca –aunque su uso en la actualidad es otro- y el centro médico. La actuación incluye la adaptación de los baños y la sustitución de las antiguas puertas por otras accesibles, para que las personas que van en silla de ruedas no tengan ningún problema al atravesarlas. Además, el edificio no contaba hasta ahora con agua caliente, aunque con la nueva reforma, tanto los servicios como el médico podrán contar con ella. El coste total de la obra roza los 30.000 euros.

Estas actuaciones se suman a la colocación, hace ya un tiempo, de una rampa de acceso al edifico para facilitar la entrada. Además, el alcalde de Torrecilla, Miguel Ángel Rabinal, quiere continuar trabajando en la mejora de la accesibilidad en otras construcciones de la zona. “Se está haciendo otro edificio anexo al municipal y también va a ser accesible”, explica.

Y es que a pesar de que Torrecilla de Valmadrid es un barrio que no alcanza la treintena de habitantes, su compromiso por la accesibilidad es firme. “Apostamos por ponérselo algo más fácil a las personas con movilidad reducida, pero también apostamos por los niños y las personas mayores”, apunta Rabinal.

Según el censo de 2016, Torrecilla contaba con 27 vecinos, aunque la población ha podido variar mínimamente desde entonces. No obstante, el primer edil asegura que, tanto desde la alcaldía como desde las entidades del barrio, continuarán peleando “por todo y para todos” para hacer frente a la falta de servicios que sufren.

“Pagamos los mismos impuestos que si viviéramos en el centro pero no tenemos sus servicios”, lamenta Rabinal, que señala la necesidad de disponer de líneas de autobús o convenios con los taxis para poder mejorar la movilidad de los vecinos del barrio. “No renunciamos a nada, otra cosa es que desde Zaragoza nos proporcionen lo que vamos pidiendo”, considera.

Otra de las principales reivindicaciones del barrio, según apunta el alcalde, es conseguir el suministro de agua potable a través de tubería.

Una zona infantil y otra de mayores

A lo largo de 2019, Torrecilla de Valmadrid también contará con una nueva zona para que los mayores se ejerciten al aire libre y con nuevos juegos infantiles, ya que los actuales se remontan a la década de los 70 y han quedado obsoletos. La propuesta salió también de los presupuestos participativos de 2018, pero todavía está pendiente de ejecutarse.

Otras propuestas recogidas en los presupuestos de los barrios rurales pero cuya ejecución no se contempla, al menos por el momento, son el mantenimiento de la báscula municipal –aunque ya está hecho con otras partidas- , la construcción de nichos en el cementerio –que se ha descartado por su alto coste- , la colocación de vallas en las aceras de las calles con más tráfico –que está en estudio- y el arreglo del camino de Mediana. “En este último, al ser un camino municipal, el Ayuntamiento va haciendo pequeños arreglos de vez en cuando”, explica Rabinal, que considera que sería necesario llevar a cabo “algún tipo de reparación más específica”.

De acuerdo con su alcalde, Torrecilla no necesita muchas cosas más, aunque recuerda que “lo más deseable” sería que, cuando demandaran algún servicio o actuación, sus peticiones fueran atendidas de manera directa. “Si los presupuestos participativos son la manera de que nos hagan las cosas, las seguiremos pidiendo así”, concluye.