La madrugada del sábado al domingo se registraron en las inmediaciones del parque de bomberos de Daroca temperaturas de 6 grados bajo cero. Un ambiente gélido que, en el interior de las instalaciones, se soporta gracias a seis estufas eléctricas repartidas por las dependencias, muchas de ellas aportadas por los propios profesionales.

El sistema de calefacción, que funciona mediante dos aparatos de aire acondicionado, se ha quedado "obsoleto, hace mucho ruido y no da abasto para caldear las instalaciones", según denuncian desde el Ayuntamiento. El edificio, construido hace dos décadas en el polígono industrial, cuenta con grandes ventanales de cristal. Desde hace tres años aproximadamente se ha agravado este problema. Durante este tiempo, tanto la plantilla como el Ayuntamiento y el Sindicato Profesional de Bomberos de Aragón han reclamado a la Diputación de Zaragoza un nuevo sistema, que permita trabajar en unas condiciones óptimas en un parque instalado en una de las zonas más frías de la provincia. Estas quejas se han trasladado también a las redes sociales. Por las noches se alcanzan temperaturas bajo cero y, por el día, según la Agencia Estatal de Meteorología, rondan los 10 o 12 grados de máxima. Estos datos se captan en la estación situada en las murallas de Daroca, que recopila información de forma ininterrumpida desde 1909, excepto tres meses durante la guerra.

Los propios bomberos tuvieron que aportar estufas para poder calentar las habitaciones. Han repartido dos en el puesto de guardia, dos en el comedor, una en la sala superior y otra en el baño y habitualmente tienen que estar encendidas para conseguir que suba la temperatura interior.

Miguel García, alcalde de Daroca y oficial de bomberos en el parque de Calatayud, recordó que desde 2016 el Ayuntamiento viene reclamando que se sustituya el sistema de calefacción, así como que se acometa la urbanización del entorno del parque de bomberos. De hecho, queda pendiente de realizar el acondicionamiento exterior del edificio, el cerramiento de la parcela mediante una valla, la colocación de puertas para acceder con los vehículos de bomberos, el encementado del suelo para llevar a cabo prácticas e instalar la iluminación. Estas quejas se han trasladado a través de escritos y comunicaciones verbales. García trasladó también su malestar por el "lamentable estado" del parque de bomberos de Calatayud. Según dijo, las obras están paralizadas desde hace cinco años. Incluían la ampliación de las estancias, que se han quedado pequeñas para dar cabida a todo el servicio. Estaba previsto también crear otros vestuarios y duchas, ya que ahora hombres y mujeres tienen que compartir estas dependencias por turnos. Para cuarto de limpieza se usa el de la calefacción.