La Delegación del Gobierno en Aragón cumple seis décadas en la plaza del Pilar

Este lunes, la Delegación del Gobierno en Argón se abre a la ciudadanía con unas jornadas de puertas abiertas para conmemorar el 40 aniversario de la Constitución. Durante los días 3 y 4 de diciembre, se mostrará como funciona esta administración así como la historia del edificio.

La actual sede cumplió esta año seis décadas en su actual emplazamiento, en la plaza del Pilar, aunque antes estuvo situada en diferentes puntos de la capital aragonesa. Estos cambios de lugar de la actual Delegación, que en sus orígenes fue el Gobierno Civil -en 1835 se produjo la nueva división de España en provincias y se creó la figura del Gobernador Civil provincial-, vienen marcados porque “en un primer momento, las funciones del Gobernador y del propio Gobierno Civil no estaban plenamente definidas y así su sede se asienta en aquellos lugares que ‘hereda’ de administraciones anteriores”, recogen Mónica Vázquez e Isabel Yeste, profesoras titulares del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza en la publicación ‘El Gobierno Civil de Zaragoza y su sede institucional’ de la revista ‘Artigrama’.

El Gobierno Civil de Zaragoza no tuvo un edificio propio hasta 1911, año en que se estableció en un chalet ubicado en el número 1 de la plaza de Aragón -en la manzana del edificio en que hoy se encuentra el restaurante Vips-.

Su historia se corresponde, en cierta medida, “con los cambios de ubicación que la sede de esa institución ha tenido en la ciudad de Zaragoza, desde el antiguo palacio de la Diputación del Reino -situado en la plaza de la Seo- hasta su actual emplazamiento”, señalan Vázquez y Yeste.

Durante un tiempo, esta administración también compartió espacio en el Palacio Provincial (Diputación de Zaragoza), en la actual plaza de España, antes de abrir sus puertas en la plaza de Aragón.

El estudio de las historiadoras de la Universidad de Zaragoza explican e que la decisión de trasladar el Gobierno Civil a un nuevo edificio a finales de la primera mitad del siglo XX fueron, por un lado, la falta de espacio y, por otra parte, la conveniencia de situar en la plaza del Pilar un nuevo inmueble destinado a esta administración. Por tanto, “se decidió así el traslado de la sede del Gobierno Civil a la nueva plaza del Pilar, y más concretamente a la manzana núm. 3, solares 1 y 8, cuya fachada principal habría de recaer a la prolongación del paseo de la Independencia”, refieren.

Los arquitectos Regino y José Borobio firmaron el proyecto en 1948 y las obras se iniciaron en 1949. El Gobierno Civil tardaría casi una década en abrir sus puertas y los trabajos estuvieron “casi paralizadas unos años”, según recogía HERALDO en los días previos a su apertura, el 10 de mayo de 1958, en un reportaje en el que se concluía que “se trata de un edificio muy completo, en el que todo se ha realizado con sujeción a un sobrio estilo que no excluye la suntuosidad y teniendo en cuenta en todo el fin a que está destinado. Edificio que hace honor a los arquitectos, don Regino y don José Borobio y al constructor, don Antonio Aísa”.

La sobriedad de su exterior contrasta con su interior, donde destaca la escalera de mármol, presente tanto en escalones, como paredes y balaustrada, unos grandes vitrales con dos figuras aragonesas sobre el escudo de Zaragoza y nombres de localidades y ciudades de Zaragoza: Ejea, Borja, Sos, La Almunia, Tarazona, Calatayud, Caspe, Daroca, Pina, Belchite, Ateca, Cariñena… que ahí figuran por ser cabezas de partido judicial.

Destacan, a su vez, dos grandes lienzos de los artistas Manuel y Leopoldo Navarro que realzan momentos importantes para los zaragozanos a lo largo de la historia (los Sitios de Zaragoza y una alegoría de la conquista de Zaragoza por Alfonso I el Batallador) y que son originales de 1958

Más reciente es el gran mural realizado por Jorge Gay en 1992 que lleva por título ‘La ciudad de la paz. (Iusticia, Libertas, Aequalitas)’ -‘Justicia, Libertad e Igualdad’-.

El edificio cuenta, además de sus dependencias administrativas, con una tercera planta destinada en su origen a “la antigua vivienda del Gobernador y familia, con un anejo para huéspedes de honor. La vivienda se compone de vestíbulo, varias piezas de recibo, comedor, seis dormitorios, con dos cuartos de baño, dos dormitorios de servicio, con otro cuarto de baño, lavadero, ropero, cocina, oficio, despensa y cuarto de plancha” y con una cuarta “que comprendía las viviendas del secretario y los ordenanzas”, describen Vázquez y Yeste en su estudio.