El Puente de Piedra de Zaragoza: un BIC ensuciado con pintadas

El vandalismo deja varios graffitis en dos de los pilares de uno de los elementos patrimoniales más reconocibles de Zaragoza.

El último graffiti en aparecer es el más llamativo.
El último graffiti en aparecer es el más llamativo.
José Miguel Marco

Los Bienes de Interés Cultural (BIC) gozan de una especial protección por su importancia en el ecosistema patrimonial de los pueblos y ciudades. Son monumentos, edificios, jardines, conjuntos artísticos y arqueológicos a los que los desarrollos urbanísticos no pueden afectar. Lo que no implica, claro, que estén inmunizados contra la falta de civismo de los enemigos de los espacios públicos.

Una realidad que conoce de primera mano el puente de Piedra de Zaragoza, una de las construcciones BIC más reconocibles de la ciudad que desde hace tiempo sufre en sus sillares la 'expresión artística' de algunos grafiteros. Recientemente se imprimió en el pilar más cercano a Echegaray, en la cara que mira al puente de Hierro, una 'firma' de color rojo especialmente llamativa que ensucia el conjunto.

El problema no es reciente. El vandalismo viene atacando el arco del puente que es atravesado por un paseo peatonal en la margen derecha y que cada fin de semana asiste al botellón que se organiza en las escaleras del Náutico y en el que participan decenas de jóvenes. La zona que concentra más pintadas -de escaso gusto estético- es la pared interior del pilar que queda enterrado en Echegaray y Caballero.

El espacio en el que se desarrolla el botellón tampoco se salva de los sprays y da cobijo a un amplio puñado de torpes trazos que, igual que ocurre con los diseminados a lo largo de la ribera, afean el conjunto. Se trata de pintadas que poco tienen que ver con las verdaderas obras de arte que deja el Festival Asalto.

El Consistorio, a través de la concesionaria FCC, se ha visto obligado a borrar pintura de las piedras en diferentes ocasiones. Sobre todo en los puntos que coinciden con el río y a los que el fácil acceso a pie se suma el escaso tránsito por las noches. Pero también han aparecido graffitis en el paseo central del puente, en las farolas y en la cruz que recuerda a los héroes de Los Sitios.

El Puente de Piedra, terminado de construir en 1440, fue declarado BIC en la categoría de monumento en 2002. Al mismo tiempo se le dio esta categoría al pretil de San Lázaro, erigido a finales del siglo XVIII.

El Consistorio borra cada día decenas de pintadas. Se concentran, sobre todo, en los barrios más céntricos, como El Gancho o La Madalena. El coste del servicio para las arcas públicas alcanza los 1,5 millones.

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