Tier despliega sus patinetes en Zaragoza y podrá multar con 50 euros por aparcarlos de forma indebida

La empresa alemana se suma a las tres que ya operan en la capital aragonesa: Lime, Koko y VOI.

Varios patinetes de Tier, aparcados en la plaza de San Francisco, a escasos metros del campus universitario.
Varios patinetes de Tier, aparcados en la plaza de San Francisco, a escasos metros del campus universitario.
Heraldo

Los zaragozanos tienen a su disposición desde este viernes otra empresa de movilidad compartida. Se trata de la alemana Tier, que desde esta mañana ha desplegado sus patinetes en la capital aragonesa, uniéndose de este modo a Lime, Koko y la, hasta ahora, última en llegar, VOI.

Tier ha aterrizado en Zaragoza con más de 70 patinetes. "Hemos empezado con una flota pequeña y repartida por toda la ciudad", indica el jefe de expansión de la compañía en España, Javier Ríos. Para desplazarse con ellos, es necesario descargarse la aplicación móvil y registrarse. El primer viaje de cada usuario es gratuito siempre que no rebase el cuarto de hora de duración. Tiene una coste de activación de un euro para desbloquear el patinete más una tarifa variable de 0,15 euros por minuto, precios similares a los de sus competidores (a excepción de Koko, que no cobra por el desbloqueo).

Como novedad frente al resto de compañías, Tier informa en su web de que podrá sancionar con 50 euros a los usuarios que aparquen "indebidamente" un 'scooter' y este tenga que ser reubicado. Ríos matiza que su intención es "educar en buenas conductas a los clientes", toda vez que "si tienen que retirar un patinete por indicación de la Policía Local, existe la posibilidad de sancionar si vemos que el usuario es reincidente o tiene mala voluntad".

La misma multa podrá imponer a quienes escondan el patinete eléctrico en áreas privadas o no accesibles. Por la tramitación de cualquier delito de tipo penal cobrará 150 euros, mientras que si sacas el patinete de la zona de uso (delimitada en el mapa de la aplicación) se te cobrarán 200 euros, según se detalla en las condiciones de uso.

Personal propio

A diferencia que otras compañías, en Tier cuentan con personal propio que se encargará, cada noche, de recoger la flota para cargarla, limpiarla y arreglarla en los casos en que sea necesario. No existe en este caso el perfil de personas ajenas a la compañía que efectúan este trabajo a cambio de bonificaciones económicas en función de objetivos. "Tenemos un 'partner' logístico que se encarga de esta tarea, una empresa con presencia en Zaragoza y que siempre tendrá al menos a dos personas realizando las tareas de mantenimiento", precisa el responsable de Tier en España.

Sin reglamento de circulación en Zaragoza

La Dirección General de Tráfico, por ahora, delega en los consistorios la adecuación de los patinetes a la vía pública, pero las ordenanzas de Zaragoza solo aluden a los que no tienen motor, lo que deja a esta novedad en un vacío legal. Desde el gobierno de ZEC aseguraron que está a punto de aprobarse una modificación de la ordenanza, y mientras tanto, sugieren a los usuarios que circulen por el carril bici. Entran a debate también otras exigencias actualmente no existentes, como el uso de casco.

También se ha venido criticando los servicios de patinetes y bicis compartidas desde diferentes organizaciones, como ONCE o DFA, que agrupan a personas con dificultades de movilidad o de visión, debido a que muchos usuarios, de forma egoísta, aparcan los patinetes en medio de la vía pública, sin tener en cuenta que ese gesto impedirá el correcto tránsito peatonal. Tier avisa en su web de que sancionará con 50 euros a quien los aparque "indebidamente".

El problema de los robos y sus consecuentes multas

Las dos primeras empresas que operaron en Zaragoza, Koko y Lime, denunciaron el robo de, al menos, una veintena de unidades en septiembre y octubre. La Policía Nacional detuvo en cuestión de unas semanas a 12 personas por este motivo. Se les acusó de delitos de apropiación indebida, que pueden acarrear multas de hasta 36.000 euros o incluso penas de prisión, ya que su valor supera los 400 euros, cantidad que marca la diferencia entre un delito leve (anteriormente conocido como falta) y un delito.

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