Los vecinos de los barrios de Torrero y La Paz volvieron a echarse este domingo a las aguas del Canal Imperial de Aragón para celebrar la XXXVI Bajada del Canal, la jornada más reivindicativa del año en esta zona de Zaragoza. En el descenso participaron cientos de personas que a bordo de decenas de embarcaciones, unas hinchables y otras hechas en casa con mucho ingenio y buena maña, cubrieron el trayecto que separa los puentes de Arnal Cavero y de La Paz, junto al parque del mismo nombre.

Las asociaciones vecinales Montes de Torrero y de La Paz y la entidad cultural El Cantero, organizadoras de la bajada del Canal, se mostraron este domingo muy satisfechas con el desarrollo de una jornada esencialmente festiva y sin incidentes. "Este año se ha desbordado la participación. No sabemos con precisión cuántas personas han formado parte del descenso, pero teníamos preparados unos 120 chalecos salvavidas para los niños y nos hemos quedado cortos, cuando el año pasado nos sobraron muchos", explicó Joaquín Salvador, de la asociación Montes de Torrero del barrio de Venecia.

El éxito de la jornada también se constató en la duración de la bajada. Las embarcaciones se echaron a las aguas del Canal desde el puente de Arnal Cavero (frente al Rincón de Goya) hacia las 10.10 y hasta pasadas las 12.30 no dejaron de tomar la salida. Las últimas llegaron al parque de La Paz pasadas las 14.30. Entre las barcas que este domingo surcaron el Canal, con mayor o menor éxito, había de todo: desde zodiac hinchables hasta las clásicas hechas en casa con garrafas de plástico vacías y poliestireno, pasando por quienes se echaron al agua con flotadores y muchas ganas. Entre los participantes hubo piratas, marineros y hasta vikingos.

El artilugio con el que participar era lo de menos, porque todos compartieron una idéntica reivindicación: la de tener un Canal Imperial digno. "El mantenimiento del Canal es muy importante, y lo cierto es que este año lo han descuidado. Debido a las abundantes lluvias de la primavera, la maleza en las orillas se ha desbordado en muchos puntos y es necesario limpiarlos, además de actuar sobre el cauce", explicó este domingo Joaquín Salvador.

El representante vecinal indicó que ya se han reunido con el Ayuntamiento para hacerles partícipes de estos y otros problemas, pero el Gobierno municipal les ha advertido de que muchos de ellos solo puede solucionarlos la Confederación Hidrográfico del Ebro. "El Ayuntamiento nos ha dicho que recortará algunas zonas de maleza, pero con sumo cuidado porque también son zonas en las que anidan pájaros y han de mantenerlas", detalló Salvador.

Los participantes solicitaron un plan especial para el Canal para impulsar la creación de un parque lineal que vertebre todo el sur de la ciudad y poder recuperar el espacio para la navegación recreativa. "Sería indispensable combar algunos puentes, restaurar sus elementos constructivos (esclusas, almenaras y embarcaderos) y elementos ornamentales (barandillas, farolas, bancos)", según las asociaciones vecinales.

‘ICA no’, otro de los lemas

Además del plan para la infraestructura, los vecinos pusieron el acento sobre el Impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA) y pidieron su supresión, tan solo unos días después de publicar este diario que la DGA asumirá a fondo perdido parte del coste de la depuración para rebajar el impuesto, tal y como han acordado PSOE y Podemos.

‘ICA no’ era el lema que se podía leer en los carteles anunciadores de la bajada, y los vecinos no escatimaron a la hora de criticar el impuesto, del que dijeron "es ejemplo de mala gestión" de los recursos públicos. Para las asociaciones de Torrero y La Paz, el ICA representa "insostenibilidad económica, falta de transparencia, sombras de corrupción y privatización encubierta" y confían sus responsables respondan "ante los tribunales". Se da la circunstancia de que varias parlamentarias de Podemos acudieron al acto, como la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, y la portavoz, Maru Díaz, y Amparo Bella.

Otros de los leitmotivs de la jornada fueron la defensa de las pensiones y la lucha de las mujeres contra la desigualdad.

Tras la bajada del Canal, los asistentes repusieron fuerzas en el parque de La Paz con una comida de hermandad y por la tarde disfrutaron de música en directo hasta pasadas las 20.00 y ya con la vista puesta en la edición de 2019.