El ‘catastrazo’ que sufrió Zaragoza en 2012 puede tener un epílogo algo más llevadero para los propietarios de inmuebles en la capital aragonesa. El Ayuntamiento ha solicitado al Catastro la actualización de los coeficientes que se aplican a los valores catastrales, algo que luego tiene repercusión en recibos importantes como el IBI o la plusvalía. Según confirmaron ayer fuentes de la Gerencia Territorial del Catastro en Zaragoza, la propuesta que han hecho es que este indicador se reduzca de forma lineal en un 7% para todos los valores catastrales de la capital aragonesa.

El 1 de septiembre se publicará la lista de los municipios españoles que han pedido esta actualización, y el 1 de enero de 2019 se publicaría en el Boletín Oficial del Estado. Habrá que ver, por tanto, si su impacto afecta ya a las próximas ordenanzas fiscales. En principio, esa reducción del 7% no tendría por qué modificarse, según apuntaron las citadas fuentes. En el Ayuntamiento sostienen que el cambio se podrá aplicar ya el año que viene, por lo que están a la espera de confirmarlo y, así, terminar de fijar la propuesta del Impuesto de Bienes Inmuebles, el más gravoso para los bolsillos de los zaragozanos.

Estos están sufriendo desde 2013 el impacto de la revisión catastral que se llevó a cabo el año anterior, el conocido como ‘catastrazo’. Entonces los valores de los inmuebles zaragozanos sufrieron un incremento medio del 85%, lo que hizo que impuestos como el IBI y la plusvalía se dispararan. Desde 2013, el incremento de este valor se reparte durante diez años. Es decir, los valores aumentan un 10% cada año.

Sin embargo, en 2013 se incluyó la posibilidad de aplicar unos coeficientes correctores para esos valores catastrales, con el objetivo de que se mitigue la diferencia que hay entre estos y la evolución real que tiene el mercado inmobiliario con el paso del tiempo. Para ello, hay que esperar cinco años, plazo que en el caso de Zaragoza se cumple ahora.

Este año, por ejemplo, ha habido 1.830 municipios españoles que han estrenado nuevos coeficientes. En 1.296 de ellos ha supuesto un aumento de los valores catastrales y en 534, un descenso. En el caso de Zaragoza, si se confirma la propuesta, el año que viene supondrá una bajada del coeficiente del 7%, lo que permitirá mitigar el ‘catastrazo’ en los últimos cinco años de su aplicación.

La negociación fiscal

El anuncio de esta propuesta lo hizo ayer el concejal de Economía, Fernando Rivarés, en la comisión del área. «Esta reducción afectará a nuestros cálculos», dijo el edil de ZEC al referirse a las próximas ordenanzas fiscales. El PSOE preguntó ayer por la propuesta que hará el gobierno, y el debate evidenció que la situación política actual no permitirá una negociación pura y dura entre los partidos de izquierdas, que han sacado adelante en los últimos años la aprobación de las tasas e impuestos de la ciudad.

«No se dan las mejores condiciones para hablar», dijo el concejal socialista Javier Trívez, en referencia al conflicto abierto con las sociedades municipales. «Haga que volvamos a las sociedades, y entonces podremos discutir de ordenanzas fiscales», añadió. No obstante, Rivarés esbozó que su propuesta pasará por una reducción del IBI a la mayoría, así como a los garajes mancomunados, que este año han sufrido un fuerte incremento de la contribución. Si es así, Trívez dijo que –pese a la confrontación con el gobierno– «no habrá grandes problemas para llegar a acuerdos con este impuesto».