El Ayuntamiento quiere autorizar los nuevos usos que proliferan en el polígono de Cogullada

Tras meses de parón, Urbanismo dice que impulsará un plan especial para esta zona. Los empresarios reclaman mejoras en las calles, muy deterioradas.

En el polígono se han instalado iglesias y gimnasios, como el de boxeo que muestra la imagen.
En el polígono se han instalado iglesias y gimnasios, como el de boxeo que muestra la imagen.
José Miguel Marco

Tras meses de parón en el proyecto, el Ayuntamiento quiere ahora reactivar la autorización y el impulso de nuevos usos del polígono de Cogullada. Esta zona industrial, que con el paso de las décadas ha quedado enclavada en pleno corazón de la Margen Izquierda, trata de reinventarse como puede. Así, en los últimos años han surgido negocios no industriales, algunos de ellos de manera legal –como el Mercadona de la avenida de Cataluña– y otros de forma al menos alegal –como iglesias de diversas confesiones religiosas, gimnasios...–.

El área de Urbanismo ya transmitió a principio del actual mandato a los dueños de las empresas que allí trabajan su intención de ‘darle una vuelta’ al polígono. Su ubicación, en un entorno plenamente urbano, abre un abanico importante de posibilidades. Con la construcción de vivienda descartada, el objetivo era atraer a otro tipo de empresas y servicios, especialmente en las zonas más cercanas a los barrios.

El tema ha sufrido un retraso importante y, ya en la recta final de la actual corporación, el gobierno de ZEC dice ahora que tratará de impulsarlo. La idea es lanzar un plan especial que, para empezar, plantee un proyecto de urbanización del polígono por fases. Las calles de Cogullada, propiedad del Ayuntamiento, presentan un estado lamentable, con asfalto en mal estado, bordillos hundidos o inexistentes, cableado telefónico por postes... La asociación de empresarios del polígono reclama "un importante lavado de cara", como señala Juan Álvarez Aranaz, su presidente.

El proyecto incluiría nuevas calles interiores, mejores accesos y el fomento de unos usos diferentes. Aunque se mantenga el industrial, el objetivo sería atraer también a otro tipo de empresas y de servicios. No hay más que ver lo que, de forma casi espontánea, ha sucedido con la instalación de cinco iglesias de diferentes confesiones, dos gimnasios, unas pistas de pádel, locales de ensayo para grupos de música y un buen puñado de concesionarios de coches.

Con el plan del Ayuntamiento, estos usos quedarían regularizados, especialmente los que se queden más cerca de las zonas habitadas. Cogullada, que tiene 600.000 metros cuadrados, ha superado el medio siglo de vida, y con el crecimiento de la ciudad ha quedado enclavado entre el Arrabal, el Picarral, La Jota, la avenida de Cataluña y la Z-40.

El PP pide que «hagan algo»

El tema se discutió ayer en la comisión de Urbanismo, en la que el PP preguntó al concejal, Pablo Muñoz, por cómo está este plan. El edil popular Pedro Navarro recordó que presentó una moción en 2012 para impulsar estos nuevos usos en los polígonos industriales urbanos, algo que en Madrid "ha sido un éxito". Señaló que el trabajo preparado para Cogullada "es excelente", y que debería usarse como "prueba piloto". Además, criticó que mientras que se estudian estos otros usos, se multe con 3.000 euros a las pistas de pádel que se han instalado en esta zona industrial.

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