Juan Carlos Sanz: "Cuando llegué había ratones y quemábamos cajas para calentarnos"

José Carlos Sanz lleva 35 años en el Mercado Central. Llegó, por tanto, antes de la última gran reforma, la de 1986. "Cuando llegué esto estaba muy mal, sucio, había hasta ratones..." recuerda. Incluso, rememora, se hacían pequeñas hogueras con las cajas de madera de fruta en los días más duros del invierno. Por ello, aquella reforma de hace 32 años "supuso una alegría", ya que permitió "incorporar cámaras frigoríficas tanto dentro como fuera de los puestos", así como agua corriente. "Cuanto mejor estás, más puedes disfrutar de tu trabajo", apunta Juan Carlos.

Esta semana se ha jubilado, por lo que el proyecto de la nueva reforma le llega tarde. En su opinión, la rehabilitación del edificio es "necesaria", aunque para los minoristas resulta "un poco caro". "Pero bueno, es para 50 años, así que se puede rentabilizar", augura. Este carnicero cree que "si eres más joven te interesa seguir", pero que el problema lo tienen "los que tienen 50 y pico".

De estos 35 años, se queda "con las clientas" que ya "son amigas". "He estado a gusto, lo he llevado muy bien", resume. Ahora, jubilado, se dedicará "a cazar, a coger setas y al huerto". Por último, da un consejo a los jóvenes que quieran animarse a abrir un puesto: "Si no tienen verdadera ilusión, que no lo hagan, porque esto es muy sacrificado y tendrán que trabajar sábados e igual hasta domingos".