Tras meses de discusión, con un eterno tira y afloja y decenas de acusaciones cruzadas de no querer llegar a un pacto, finalmente hubo fumata blanca en los partidos de izquierda. ZEC, PSOE y CHA llegaron ayer por la tarde a un principio de acuerdo para recalificar los antiguos depósitos de Pignatelli y construir 107 viviendas, con una operación que pretende financiar un plan urbanístico que incluye la mejora y ampliación del parque y la construcción de varios equipamientos públicos.

Los tres partidos confirmaron ayer por la tarde el principio de acuerdo, a expensas de que la modificación del plan general se redacte hoy y se pueda votar el lunes primero en comisión y varias horas después, en el pleno. El gobierno de ZEC, reacio desde el principio a disparar el número de viviendas, lanzó ayer por la mañana una propuesta de 107 pisos (77 libres y 30 de promoción pública) que se acercaba mucho a las exigencias que habían planteado tanto el PSOE como CHA.

Los socialistas pedían que la operación se autofinanciara. Es decir, que mediante la venta de las parcelas se pudieran pagar la reforma del parque, su ampliación y la construcción de varios equipamientos (un centro de mayores, una ludoteca, pistas deportivas...). Para ello, calculaban que sería necesario incluir entre 80 y 85 viviendas libres, ya que estiman una repercusión de alrededor de 150.000 euros por piso, y la inversión municipal se calcula en algo más de 12 millones. Las 77 viviendas libres no llegan por tanto a las pretensiones socialistas, pero se quedan muy cerca.

CHA, por su parte, ponía como condición que el 30% de las viviendas fueran de promoción pública. Los 30 pisos de titularidad municipal que incluye el documento suponen un 28% del total, por lo que –igualmente– casi se cubren las exigencias de los nacionalistas.

Pero, sin duda, quien más ha tenido que ceder ha sido ZEC. El gobierno partía de la base de que la operación se hiciera sin construcción de viviendas, como defendía IU durante la pasada corporación, cuando el gobierno socialista lanzó el plan. Poco a poco fue aumentando hasta llegar a un tope de 50. El gobierno llegó a llevar esta recalificación a la comisión de Urbanismo hace casi un año, pero tuvo que retirarla ante la falta de acuerdo. Ahora, en este nuevo intento de octubre, ya partió de 89 viviendas, pero para seducir a PSOE y CHA ha tenido que llegar a las 107, es decir, más del doble que en la operación que propuso en noviembre de 2016.

Se espera que la izquierda ratifique hoy el pacto y no se descarta, incluso, que Ciudadanos se pueda incorporar. El partido naranja, que ayer no fue incluido en las negociaciones, se ha mostrado a favor del espíritu del proyecto. Fuentes de la formación señalaron que hoy estudiarán la propuesta y tomarán una decisión. El PP, por su parte, no ha sido llamado por el gobierno en ningún momento, aunque tampoco se ha manifestado en contra, especialmente si la venta de suelo es capaz, con una valoración real, de cubrir el coste de la construcción de los equipamientos.

Un edificio en forma de ‘L’

A la espera de conocer los detalles finales del proyecto, la nueva propuesta plantea una estructura residencial en forma de ‘L’, a la que se adosarían los nuevos equipamientos. Se crearía una amplia zona verde que duplicaría el espacio del parque actual.

Según señalaron fuentes del gobierno, el proyecto definitivo prevé edificios de planta baja más cinco alturas, con viviendas de alrededor de 80 metros cuadrados de superficie, algo más grandes en el caso de las de promoción libre. En total, sumarían unos 8.200 metros cuadrados de ‘techo’ residencial.