¿Cómo afronta el presidente de Interpeñas las semanas previas a las fiestas?

Como suelo decir, trabajando a media jornada, de 9.00 a medianoche. Estamos cerrando los últimos contratos, pendientes del montaje, alguna documentación...

Son muchos ‘pilares’ a sus espaldas, ¿en qué son especiales los de este año?

Por la actualidad de estos días vivimos momentos excepcionales que requieren de medidas excepcionales. Hay preocupación por el tema de la seguridad, y por eso estamos más volcados que nunca en este tema, para que discurran con total normalidad.

¿En qué medida os está afectando el nuevo decreto de Espectáculos Públicos?

Para empezar, hay que tener el pabellón instalado con diez días de antelación al inicio de las fiestas. Esto nos está generando costes muy altos y en cierta medida innecesarios.

¿Está satisfecho con el cartel de conciertos de este año?

Siempre hay algún artista que quieres traer y no puedes, porque no le cuadra la agenda o por el motivo que sea. Además, hay que entender que ahora en Valdespartera tenemos menos aforo que antes, lo que se nota en los ingresos. Aún así, estoy muy contento con el cartel, que es muy nacional, variado y, sinceramente, creo que muy bueno.

Este es el último de los cuatro años que contempla el contrato. ¿Siente que es la despedida de Valdepartera?

Para nada. El año que viene va a ser muy complejo. Desconocemos cómo van a ser los concursos que saque el Ayuntamiento. Todavía es prematuro.

¿Puede decir que Interpeñas intentará cambiar la ubicación de su pabellón?

De momento no, porque hay que saber las condiciones que recogen los nuevos contratos. Llevamos 34 años montando un pabellón de Interpeñas, por lo que seguiremos haciéndolo. Solo hay que saber qué nos piden. Eso sí, lo ideal es que se publiquen los concursos cuanto antes, porque luego vienen las prisas.

¿Qué novedades traerá este año el pregón de los peñistas?

La principal, que el recorrido se va a modificar, y en lugar de ir por la calle de Alfonso I, llegaremos a la plaza del Pilar por la calle de Don Jaime I. Es una cuestión de organización, porque cada vez llevamos más gente a los dos pregones.

¿Cómo está actualmente el músculo de Interpeñas?

En cuanto a número de socios, estamos más o menos igual. Este año ha habido una pequeña merma del 3%, pero otros sube. Ahora mismo andamos sobre los 16.000 aproximadamente. Estos días están trabajando sin parar, preparando las actividades que hacen en sus barrios: infantiles, musicales, cabezudos...

¿Mucha gente joven?

Las peñas son familiares. En muchos casos, la tradición pasa de padres a hijos, de modo que hay una renovación continua.