El primer ensayo de cara a septiembre resultó poco halagüeño. Aunque el volumen de tráfico en la ciudad continúa siendo bajo por el éxodo vacacional, ayer ya hubo que lamentar pequeñas retenciones y algún que otro bocinazo en unas calles repletas de zanjas y vallas. Son una veintena de pequeñas obras las que están en marcha en la ciudad, a las que hay que sumar las molestias de la operación asfalto que comenzó ayer y se prolongará durante, al menos, un par de semanas. Las máquinas fresadoras comenzaron a asomarse ayer por la plaza de Tenerías, en donde se parcheó un cruce que hizo que la circulación en el Coso Bajo y en la calle de Asalto fuera poco fluida.

Ayer, además, se abrió el nuevo carril bici de Sagasta que, si bien contó con pocos ciclistas en su estreno, sí que tuvo repercusiones en el resto del tráfico: los conductores tendrán que acostumbrarse a partir de ahora a compartir un único y mismo carril con el transporte público. Las continuas paradas para recoger viajeros de los buses de las líneas 23, 33 y 34 pusieron ayer a prueba la paciencia de más de uno, si bien el Ayuntamiento se mostró convencido de que la situación se "autorregulará" y de que los atascos se irán diluyendo conforme pasen los días. El área de Movilidad, de hecho, recomienda evitar pasar por la plaza de Paraíso y aconseja usar como itinerarios alternativos los "cinturones naturales" del Camino de las Torres y la avenida de Goya, que tienen más capacidad y están "infrautilizadas".

Cruces comprometidos

Apenas 24 horas después del estreno de la vía ciclista, lo que parece claro es que los principales problemas de tráfico en Sagasta vendrán derivados tanto por las citadas paradas de buses (sobre todo la del cine Elíseos) como por el cruce que une Lagasca con León XIII. En este punto va a haber continuidad peatonal y ciclista, pero los coches podrán seguir girando a la izquierda sobre el paso de peatones, con lo que habrá que andarse con mil ojos para evitar incidentes. Ayer, a primera hora se hacía la reprogramación de los semáforos de toda la zona y la Policía Local ya reforzaba esta intersección, donde también se forma un cuello de botella porque los carriles para el tráfico privado pasan de ser dos a tan solo quedar uno.

La concejal Teresa Artigas insistía ayer en que "no va a haber problemas con la carga y descarga de mercancías ni tampoco con los residentes". La edil aseveró que "todos los inconvenientes técnicos que se han puesto encima de la mesa se han resuelto" por el servicio de Movilidad.

Así, la oposición critica que el carril ciclista "hecho sin consenso" hará que el transporte público pierda eficiencia, extremo que la concejal desmintió recordando que se va a establecer prioridad semafórica para los autobuses en varios cruces de Sagasta y Cuéllar. No pudo precisar cuándo se estrenará este avance tecnológico, como tampoco quiso poner fecha al inicio de las obras del carril desde Goya hasta el parque Pignatelli, que se antojan más costosas y complejas.

Lo que está por venir

Al margen de lo que pueda pasar los próximos días en Sagasta –sobre todo a partir del día 7 cuando comienza el curso y decenas de buses escolares cruzarán esta arteria–, al Ayuntamiento le preocupan también las afecciones que pueda causar la tardana operación asfalto emprendida ayer. La propia Artigas quiso recordar que se trata de intervenciones que en muchos casos han solicitado las juntas de distrito y que las actuaciones cuentan este año con un presupuesto de 300.000 euros.

El discreto inicio –ayer en Tenerías y la calle de Coimbra– irá ‘in crescendo’ los próximos días dado que está previsto que se llegue hasta 40 calles de todos los distritos. Hoy, las máquinas llegarán a Miguel Servet, donde habrá que desplazar una parada de autobús a la altura del número 30 de la calle. Es una intervención que se podrá solventar en pocas horas pero "habrá que pintar la señalización horizontal del zigzag de la parada del bus", explicaban fuentes municipales. Mañana le tocará el turno a un tramo del paseo de la Mina (el más cercano a la plaza de San Miguel), donde no habrá que interrumpir el paso de vehículos, aunque se ha solicitado la presencia de la Policía Local para regular el tráfico.

Por todos los rincones

Más laboriosos serán los trabajos que también mañana se llevarán a cabo en la calle de Espartero. Allí solo hay un carril de circulación por el que pasan varias líneas de bus, por lo que –aunque se intentará acelerar el trabajo para que dure solo dos horas– habrá que dar paso alternativo por el otro carril para ambos sentidos mientras duren las operaciones de fresado y asfaltado.

Pasado mañana, las máquinas ya darán el salto a Torrero y La Paz y los trabajos se centrarán –no sin afecciones– en la avenida de América y en la calle de Sancho Ramírez, donde las calzadas deberían lucir como nuevas antes del fin de semana.

No son estas, no obstante, las únicas obras en marcha en la ciudad porque ayer hubo que arreglar no pocas tapas y arquetas (en Tomás Bretón, Fernando el Católico o Anselmo Clavé) y porque también los trabajos de los presupuestos participativos tendrán que acabarse en otoño para lanzar la nueva convocatoria antes de fin de año. Asimismo, los vecinos de la avenida de Cataluña y de Antonio Leyva esperan como agua de mayo que se inicien las ambiciosas reformas de sus calles, mientras que en La Almozara los residentes del entorno de Sierra de Vicor y Guadiana sufren desde hace días las obras de urbanización de la que será una gran torre de viviendas –de hasta 20 pisos de altura– que se levantará junto a la plaza de Europa.