La avería en el azud causa la rotura de la línea de boyas y obliga a limitar aún más la navegación

La presión del caudal del río Ebro a su paso por la compuerta averiada del azud ha terminado rompiendo un cable de seguridad conocido como línea de vida. Se trata de una sirga de boyas que conecta las dos orillas a unos treinta metros de la represa, con el objetivo de servir de agarradero en caso de accidente en el agua. El cable evita, de esta forma, que los deportistas y aficionados que practican actividades en el cauce lleguen hasta las compuertas del azud, donde se genera un salto peligroso para su integridad.

Así lo ha comunicado la empresa concesionaria a los usuarios del río en un escrito en el que se les pide que "extremen las precauciones" y que no se navegue, en ningún caso, en la zona que va desde el embarcadero de Vadorrey hasta la represa, una práctica habitual entre los remeros cuando hay poco caudal. Las asociaciones deportivas que se benefician de la lámina de agua que crea el azud ya han mostrado su malestar por este nuevo contratiempo, que se suma a la avería en la compuerta, lo que ha reabierto el debate sobre el futuro de esta infraestructura de la ciudad.

El pasado 10 de junio se descubrió un fallo en la compuerta número 2 (en el lado más cercano a la orilla de Vadorrey). De hecho, ya llevaba varios meses dando problemas en un tubo hidráulico que permite mover estas enormes planchas de 22,5 metros para generar el embalsamiento del agua.

Este contratiempo sirvió al equipo de Gobierno de ZEC para reabrir el debate sobre esta infraestructura, paralizando cualquier tipo de inversión en la misma, que ha quedado supeditada a las conclusiones de una mesa técnica, que tuvo su primer encuentro el pasado viernes. El importe de la reparación asciende a unos 65.000 euros, aunque la empresa que gestiona el azud asumiría en torno a 30.000. En cuanto al tiempo, los trabajos se prolongarían durante dos meses.

Pese al bajo caudal del río de estas últimas semanas, que apenas alcanza los 30 metros cúbicos por segundo, fuentes consultadas por este periódico consideran la línea de boyas, ahora rota como consecuencia de la inutilización de la compuerta, como "fundamental" para la seguridad de los deportistas. Desde el Consistorio reconocen su función, ya que evita que los usuarios del río se precipiten sobre una caída de más de un metro, y en una zona donde el agua crea un "efecto lavadora" peligroso. En cualquier caso, recuerdan que con las compuertas abiertas, tal y como están actualmente, el riesgo es menor. La empresa ya ha solicitado el material para la sustitución del cable.

A la espera de informes

A pesar de este nuevo contratiempo, el Ayuntamiento defiende que no se tomará ninguna decisión hasta que la mesa técnica del azud se pronuncie. Para ello, la concejal de Medio Ambiente, Teresa Artigas, pidió "sosiego" para dejar trabajar a los expertos y conseguir "una solución científica, que no emocional". En cualquier caso, el Gobierno de ZEC se ha mostrado contrario desde un principio a la reparación de la represa, desoyendo al pleno de la ciudad, que hace diez días exigió, con los votos de PP, PSOE y Ciudadanos, y la oposición de CHA, el arreglo urgente de la compuerta.

La sesión sirvió para dar voz a colectivos y entidades que mostraron su apoyo o rechazo a una infraestructura dependiente de la Sociedad Desarrollo Expo, que actualmente se encuentra en fase de liquidación. Los colectivos ecologistas fueron los más críticos con la represa y pidieron que se desmantele. José Ángel Moncayola, de Ecologistas en Acción, alertó de sus "graves efectos ambientales" y de problemas que en su opinión ha causado, como la proliferación de algas y mosca negra. Arturo Aznar, de Coagret, defendió "eliminar el azud y disfrutar de los mismos usos sin impactos negativos". David Arribas, de la asociación Calle y Libertad de la Magdalena, exigió "un río vivo y sin trabas".

Por su parte, asociaciones de vecinos y clubes deportivos vinculados al río defendieron la utilidad y los beneficios del azud, construido en 2008 con un presupuesto de 25 millones de euros, aprovechando la inversión de la Expo de Zaragoza. De momento, serán los expertos de la mesa técnica los que se pronuncien en las próximas semanas, cuando se analicen los diferentes informes encargados para tomar una decisión. Todavía no se ha fijado una nueva fecha de reunión.