Gallur recupera su acceso principal tras cinco años de obras
El hundimiento de un tramo de la VP-24 ha obligado a invertir 240.000 en esta entrada.
Las obras en la carretera VP-24, uno de los accesos más utilizados por los vecinos de Gallur, concluirán en unos días. La vía ha permanecido cerrada al tráfico desde hace más de cinco años debido al desmoronamiento de un tramo en la zona más próxima al casco. El progresivo hundimiento del terreno y la aparición de grietas obligaron a interrumpir el paso por motivos de seguridad. Los problemas de estabilidad ya hicieron que se actuara en 2005.
El deterioro de la zona se había visto agravado en los últimos tiempos, poniendo incluso en peligro la integridad de las edificaciones próximas, por lo que el Ayuntamiento gallurano solicitó la ayuda de la DPZ. Las características del terreno, la presencia de una tubería de gas y de un pino de gran porte han alargado el plazo de ejecución de la obra que comenzó en diciembre pasado y que inicialmente contaban con un plazo de ejecución de tres meses.
La DPZ adjudicó el proyecto a la empresa Sumelzo SA por un presupuesto de 240.000 euros. La alcaldesa de Gallur, Yolanda Salvatierra, señala que gracias a la ayuda de la DPZ es posible volver a abrir esta vía, la más utilizada por los vecinos para acceder al casco urbano así como también por los agricultores para llegar a sus fincas y por la conservera próxima.
La naturaleza del suelo ha condicionado el ritmo de ejecución de los trabajos, los cuales están dirigidos a asegurar el terreno mediante el relleno de la sima existente. De este modo, la estabilidad de las edificaciones próximas queda garantizada y puede ser restablecido el tráfico rodado.
El área de Cooperación e Infraestructuras de la DPZ se ha encargado de la redacción del proyecto. El estudio realizado determinó la existencia de una dolina de colapso que tiene su origen en la naturaleza del terreno. La proximidad del río Ebro y las aportaciones de agua procedentes del Canal Imperial hacen que la zona sea susceptible de ser erosionada y fácilmente socavable. El proyecto ha consistido en la inyección de mortero de baja movilidad y en la construcción de un terraplén reforzado, en sentido longitudinal y transversal La superficie tratada es de 1.500m2.
