Cáritas advierte de que la crisis no está superada
El balance anual de la entidad señala que en 2016 en Zaragoza se atendió y acompañó a 4.015 familias que precisaban ayudas para las necesidades más básicas.
Aunque los indicadores macroeconómicos comienzan a repuntar, la mejora "no se traduce en una reducción de la pobreza y la desigualdad social", advierten en Cáritas Diocesana de Zaragoza, que hoy ha presentado su memoria anual. El balance señala que en 2016 Cáritas acompañó a 4.015 familias, gracias a sus 103 puntos de acogida y 11 centros y servicios especializados. Además, señala que se invirtieron 1,29 millones en ayudas que llegaron hasta 11.759 personas en situación de vulnerabilidad o exclusión. De las subvenciones, más del 50% se destinaron al apoyo directo a familias para las necesidades más básicas como alimentación o vestido.
Jaime Sanaú y Cristina García, director y secretaria general de la entidad, respectivamente, consideran que es necesaria una mayor inversión y, sobre todo, proporcionar "más empleos en condiciones laborales y salariales dignas". Asimismo, invitan a los responsables del parlamento regional a mejorar las prestaciones económicas de los servicios sociales y recuerda que hay enfermos que ni siquiera pueden pagarse sus tratamientos médicos.
Entre otros datos, los responsables de Cáritas señalan que el 53,3% de los beneficiarios de su acompañamiento son nacidos en España. De las personas atendidas extranjeras, el 84,6% tenían permiso de residencia o trabajo y un 12,9% se encontraban indocumentadas o en situación de irregularidad administrativa. Los hogares unipersonales representaron el 38,5% de las atenciones y el 46,5% de las personas que recurrieron a sus servicios estaban en situación de desempleo. Además, casi 7 de cada 10 familias también fueron atendidas por Cáritas en años anteriores, lo que implica que hay un 30% de las familias que tuvieron que recurrir por primera vez a sus servicios.