La abundancia de algas en el Ebro amenaza la práctica de deportes acuáticos este verano

Los macrófitos se enganchan en las embarcaciones y hacen "impracticables" algunas zonas del río. El Ayuntamiento descarta realizar una limpieza especial.

José Manuel Larroy retira algas de la orilla del Ebro a unos metros del embarcadero del Club Náutico.
José Manuel Larroy retira algas de la orilla del Ebro a unos metros del embarcadero del Club Náutico.
Guillermo Mestre

La proliferación de algas ha puesto en jaque la práctica de deportes acuáticos en el Ebro este verano. Aunque las abundantes lluvias de este fin de semana han arrastrado los macrófitos, los deportistas auguran que el problema, que les impide desembarcar con normalidad, volverá a repetirse en cuestión de días o semanas, una vez que el río vuelva a su niveles habituales. Estos días, han estado cerca de tener que cancelar actividades.

El entorno del Club Náutico es una de las zonas más afectadas. "Estas semanas creía que no iba a poder salir al río", aseguró José Manuel Larroy, monitor de piragüismo, que teme que el problema se agrave "en julio y agosto". "El río ha crecido un par de palmos, pero es una situación puntual, en unas semanas volveremos a esta otra vez igual", aseveró.

Salir del embarcadero resulta "muy complicado" en estas condiciones, ya que hay pasar por encima de las algas, que se quedan enganchadas en el timón o en las palas. Ayer, aún quedaban restos en las orillas. Muchos las apartan con sus remos, aunque "con cautela", ya que temen ser denunciados por carecer de permiso.

A esto, como explicó, hay que sumar "el mal olor, la suciedad que se acumula" y la presencia de moscas y mosquitos. "Hasta hace dos días había botellas, bolsas de plástico... Era una auténtica vergüenza, aunque ahora sigue sin estar limpio", añadió. En su opinión, lo peor es "la mala imagen que se llevan los ciudadanos y turistas" que pasan por la zona.

En tramos poco profundos, como el que discurre entre el puente de Piedra y el de Hierro, "navegar no es fácil". Pese a que "en el centro del río no hay problemas", los deportistas aseguran que la superficie ‘absorbida’ por los macrófitos es cada vez mayor. Los habituales, de hecho, saben qué zonas hay que evitar.

El problema no es baladí, ya que hay tardes que, contando a los piragüistas de Helios, salen al río "entre 30 y 40 personas". Hace unas semanas, los vecinos de Vadorrey ya sacaron sus falúas y retiraron entre 300 y 400 kilos para celebrar "en condiciones" el llamado Día del Ebro.

Aunque "algas hay todos los veranos", Larroy asegura no haber visto nada igual en 50 años.

Los deportistas instan al Ayuntamiento a realizar una limpieza especial para evitar contratiempos entrado el verano. El Consistorio, no obstante, descarta esta posibilidad, ya que otros años se ha intentado y, a pesar del esfuerzo, las algas volvieron a crecer al poco tiempo. En este sentido, fuentes de Medio Ambiente recuerdan que los macrófitos son elementos naturales y el estiaje, "propio de un río Mediterráneo".

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), por su parte, ya adelantó a final de mayo que no iba a actuar, dado que, al no afectar a la calidad de las aguas, no era competencia del organismo.

"Están limitando el río"

La Federación Aragonesa de Piragüismo considera que la situación es grave, ya que las algas "están limitando el río a la mitad". "Empezaron por las orillas y se han ido extendiendo cada vez más", indicó su presidente, José María Esteban Celorrio. Aunque su presencia es, en parte, positiva (proliferan por la transparencia de las aguas, que favorece la fotosíntesis), "se han convertido en un foco de problemas" para vecinos y deportistas. "Llegan a alcanzar los 15 metros de largo. Se extienden, se enganchan en las embarcaciones, hacen que la basura se acumule... Cada año van a más", dijo.

La Federación ha trasladado sus quejas en reiteradas ocasiones al Ayuntamiento y a la CHE, pero, según su presidente, "nadie hace nada". "Es como predicar en el desierto. Yo soy partidario de que limpien los cauces, pero en Zaragoza no hay previsión de que se vaya a hacer algo", manifestó.

Aunque no descarta seguir insistiendo ante las instituciones, augura un verano "muy malo" para quienes practican remo o piragüismo, ya que las lluvias solo han arrastrado las algas superficiales y, según los consultados, volverán a verse "en breve". No en vano, hay zonas en las que siguen apreciándose y no se prevé que llueva lo suficiente a corto plazo.

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