Cuando en el colegio se aprende a evitar un secuestro o salvar una vida

Un grupo de profesionales de emergencias ha creado en Cuarte una asociación, Fony, con la que dar herramientas a los escolares para evitar el acoso o los abusos.

De izquierda a derecha, Eva Diez y Asunción Pérez (impulsoras de la iniciativa y encargadas de la organización), Samara Sáez (psicóloga), Fernando Pérez (presidente de la asociación y policía), Chema Calderero (protección civil), Jorge Oliete (bombero), Fernando García (militar), David Palomar (enfermero) e Ignacio Fumanal (policía).
De izquierda a derecha, Eva Diez y Asunción Pérez (impulsoras de la iniciativa y encargadas de la organización), Samara Sáez (psicóloga), Fernando Pérez (presidente de la asociación y policía), Chema Calderero (protección civil), Jorge Oliete (bombero), F
Raquel Labodía

Policía Nacional de profesión, diplomado en Criminología y padre de familia, Fernando Pérez Barreras se dio cuenta hace unos años, precisamente cuando el pederasta de Ciudad Lineal empezó la oleada de raptos y abusos a niñas en Madrid, que su propia hija podría haber sido engañada. "Me asusté mucho cuando ella, que tenía 9 años, dudó ante mi pregunta de si se iría con un desconocido que la llamara por su nombre", cuenta Fernando. A partir de ahí, decidió saltar a la arena y poner sus conocimientos, su experiencia en este tipo de casos como agente y su tiempo libre para tender una mano a los escolares y sus familias. Pensó que en los colegios también se podía aprender a evitar un secuestro, hacer frente a un caso de abusos o hasta salvar una vida.

Fernando planteó la idea en el colegio Foro Romano de Cuarte de Huerva al que iban sus hijas. Fue allí donde dio su primera charla. Y así echó a andar Fony, la asociación que lleva por nombre el apodo con el que conocen a Fernando en su pueblo y que coincide con las siglas de los Firefighters of New York –los bomberos de la Gran Manzana–.

El proyecto comenzó con Fernando –también presidente de Fony– y algunos familiares, como su hermana Asunción o su mujer, Eva Diez, pero pronto empezaron a unirse más voluntarios, la mayoría especialistas en emergencias y padres concienciados con la causa. En el listado hay sanitarios, policías locales, bomberos, miembros de protección civil, psicólogos o militares. La asociación fue registrada en 2015 y, desde entonces, ya ha visitado más de sesenta centros educativos. Han conseguido un acuerdo de colaboración con los ayuntamientos de Cuarte, Cadrete y María de Huerva, y hasta incluir sus charlas en las escuelas de padres –estas son las únicas por las que cobran–.

Resultados positivos

"En un caso de secuestro, por ejemplo, es fundamental que los niños no sean víctimas pasivas. Que griten que ese no es su papá", cuenta Fernando, que explica que estas charlas las dan en su tiempo libre. "Estamos muy contentos porque ya hemos visto algunos resultados", dice el presidente de la asociación. De hecho, el día después de dar una charla en un colegio sobre los abusos, un joven de 10 años se atrevió a contarles a sus padres que él los había sufrido. Recientemente, el joven de 18 años al que denunció confesó ser el autor de esos abusos continuados y aceptó una pena de prisión de dos años y medio.

Reanimación y desfibrilador

David Palomar es otro de los voluntarios. Trabaja como enfermero del 061 desde hace 15 años y es padre de tres hijas. En su caso, lo primero que explica a los alumnos es cómo dar un aviso a emergencias: "Hay que identificarse, dar la ubicación y contar lo que pasa". Después, utiliza los maniquíes de resucitación de los que disponen en la asociación –los compraron con una de sus primeras subvenciones– para que aprendan las maniobras básicas de reanimación. "El tiempo es fundamental y hay que saber cómo actuar hasta que llegan los servicios sanitarios. Hay mucho desconocimiento en este tema", cuenta David, que también da charlas sobre sexualidad o métodos anticonceptivos.

Jorge Oliete es bombero del Ayuntamiento de Zaragoza desde hace más de dos décadas y Chema Calderero tiene experiencia en protección civil desde 1994, además de trabajar en seguridad privada. Ambos hablan en sus charlas de los peligros del hogar, cómo actuar ante un pequeño incendio, los planes de evacuación o hacen partícipes a los escolares en algún simulacro. La aportación de Ignacio Fumanal, que es Policía Local en Cuarte, se centra en materia de seguridad vial. Y consigue llegar hasta los más pequeños a través de los dibujos animados.

Las drogas, la anorexia, los peligros en la red... también están en el temario de Fony. Samara Sáez es psicóloga y cuando le plantearon el proyecto, no lo dudó. Ella habla, sobre todo a adolescentes, de la autoestima, los trastornos de conducta alimentaria o da consejos sobre el uso de internet: "Les cuento cómo aceptar una crítica o el cuidado que deben tener con las redes sociales".

Una de las últimas incorporaciones a la asociación ha sido la de Fernando García Allén, que pertenece al Ejército del Aire. Pero también están los que se encargan de contactar con los colegios, llevar la agenda o dar apoyo moral a los conferenciantes. Porque en buenas causas como esta, todo suma.

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