Toca remar contra corriente. Y nunca mejor dicho porque el ‘leitmotiv’ este año es el río. Las estrecheces económicas han obligado a recortar la subvención municipal a la Carrera del Gancho en más de un 30%. Si habitualmente se destinaban unos 25.000 euros a la fiesta multicultural del barrio de San Pablo, este 2016 la carrera saldrá adelante con los 7.500 que aporte el Plan Integral del Casco (Pich)y los 9.000 comprometidos por el área de Derechos Sociales.

Así, se augura una edición menos vistosa, a pesar de que su creciente prestigio internacional que le ha llevado, por ejemplo, a ser premiada con el galardón a la buena práctica europea en acción comunitaria intercultural. Además, también se ha sacado pecho de la carrera a nivel turístico –incluso ha habido paquetes de Regala Zaragoza– y fue uno de los puntales de la frustrada candidatura aragonesa a la capitalidad cultural.

Explican fuentes municipales que el recorte se debe a que en otras ediciones había grupos artísticos que se presentaban a la convocatoria de subvenciones de Zaragoza Cultural y, después, ofrecían sus espectáculos dentro de la programación de la carrera, pero dicen que este año no ha habido compañías que hayan optado a esas ayudas. Añaden, no obstante, que el gobierno municipal valora la carrera muy positivamente porque, aunque está capitaneada por la Fundación Federico Ozanam, "pone en relación a numerosas entidades sociales". También apuntan que la aportación del Ayuntamiento no solo es monetaria sino que el trabajo de las brigadas, los centros de tiempo libre, casas de juventud o, simplemente, la cesión de puntos de luz o del proyecto de fachadas también ha de ser tenido en cuenta.Programa concentrado

Aunque las aguas del río del Gancho bajen revueltas, el caso es que los vecinos no reblan y en pocos días van a comenzar a preparar sus talleres creativos. Está previsto que se decoren algunas calles y, sobre todo, que se confeccione atrezo para el desfile del próximo sábado 17 de septiembre pasadas las cinco de la tarde. Serán más de 150 personas las que integren el pasacalles –la carrera implica a más de 80 colectivos y cuenta con unos 4.000 espectadores–, en una marcha que concluirá en el parque de San Pablo, junto a la ribera del Ebro, porque la escenografía acuática así lo requiere. También habrá actuaciones de circo, de danza, paseos cardiosaludables, ronda jotera y una verbena con la Orquesta Intercultural del Gancho.

El día anterior, como aperitivo, en el Centro de Documentación del Agua habrá una lectura e, incluso, puesta en escena de textos relacionados con el río. Estas dramatizaciones –que se preparan ya en centros de tiempo libre como Cadeneta– contarán también con la presencia de Concha Breto y Mario Gros interpretando –digamos– algunos haikus hídricos. También se han involucrado en esta próxima carrera los responsables de Voluntarríos, que harán visitas a los sotos, y se volverá a contar con jóvenes llegados de la localidad francesa de Toulouse, del Liceo Saint-Girons, que desde hace tres ediciones contribuyen a dar más colorido a las propuestas de los vecinos.

Lo que no habrá este año es una dirección artística propiamente dicha, aunque la temática del río se ha basado en un proyecto del actor y dramaturgo Mariano Lasheras (Zoótropo Teatro), que continúa colaborando en la cita.