José Luis Basanta Cuenca, de 50 años, se encuentra ingresado desde el pasado domingo en el Hospital Miguel Servet a consecuencia de una agresión gratuita que sufrió en la plaza de Aragón, en la puerta de Capitanía, donde literalmente le patearon la cara. El hombre está pendiente de ser operado de un conjunto de fracturas, que le afectan, entre otros, a los huesos nasales, al maxilar y al pómulo.

Su hijo Mario explicó ayer que, según le ha contado su padre, cuando caminaba sobre las 2.45 del domingo por la plaza de Aragón se le acercó una mujer sudamericana que, sin motivo aparente, comenzó a insultarle. Acto seguido, se aproximó por la espalda un individuo, al que no llegó a ver, que le pegó un puñetazo en la sien y le dejó sin sentido. Tras caer al suelo desmayado, le dieron numerosas patadas en la cara.

Una persona que pasó por allí –y podría ser testigo– avisó a la Policía y a una ambulancia, que asistió al herido y lo llevó al hospital. Mario Basanta logró ayer, no sin dificultades, denunciar los hechos en la comisaría de Las Delicias para que investiguen lo ocurrido y, sobre todo, para tratar de que, cuanto antes, los agentes pidan las imágenes de las cámaras de seguridad de los edificios de la zona, pues está convencido de que grabaron lo que pasó.

"Desde que sucedió esto nadie se ha puesto en contacto con nosotros y no entiendo cómo unos hechos tan graves no se están investigando ya", manifestaba ayer Mario Basanta. Tras escuchar que tenía que ser su padre quien denunciara los hechos –"algo absurdo, porque está grave en el hospital"– el joven se pasó ayer por Capitanía para pedir que no borren las imágenes; fue al Juzgado de Guardia para tratar de que le cogieran una denuncia y, finalmente, pudo presentarla en Delicias. "Creo que en casos así es primordial actuar rápido y no dejar que un asesino esté suelto por Zaragoza".